Si a los ojos de la presidenta del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, y de los inversores internacionales España era hace un año un auténtico desastre ahora parece que somos los adalides mundiales de la recuperación. Todo gracias a una macroeconomía que empieza a dejar buenos datos pero que le queda todavía lejana al bolsillo de los ciudadanos y a las cajas de las empresas. Los empresarios, por cierto, siguen bastante mosqueados con lo que consideran una china (más bien todo un pedrusco) dentro de ese camino de salida de la crisis: una nueva subida decretada para el Gobierno para las cotizaciones a la Seguridad Social, en este caso de forma indirecta a través de los complementos salariales -planes privados de pensiones, vales de comidas, seguros médicos o dietas de transporte-. La medida era conocida desde septiembre pero eso no ha evitado que surja la polémica. Ya lo denunciaba este pasado domingo en las páginas de este periódico el presidente de la patronal malagueña CEM, Javier González de Lara, que sigue reclamando una rebaja de las cotizaciones sociales para incentivar las contrataciones. Según sus datos, España mantiene las cotizaciones más altas de nuestro entorno europeo, rozando el 40%. «No lo hacen y, por contra, suben las bases máximas de cotización y meten a cotizar los complementos salariales. Vamos en la dirección inversa», criticaba. La CEOE ha urgido incluso al Gobierno a retirar el decreto. La medida también es muy criticada por el presidente de la Asociación de Jóvenes Empresarios (AJE) de Málaga, Javier Noriega, que asegura que empequeñece los efectos de la famosa Ley de Emprendedores, promulgada el pasado año por el Gobierno. Noriega afirma que la cotización de los complementos está generando además mucha confusión entre las pequeñas empresas, que no paran de llamar a la asociación para preguntar. Aunque se anuncia una reforma fiscal para 2015 en la que se prevé una rebaja impositiva vía IRPF, los empresarios siguen pensado que el Gobierno les sigue friendo a impuestos con un afán meramente recaudatorio, y que eso dificulta la creación de empleo. Ciertamente, la película suena más a eso, por mucho que el Gobierno apunte a ciertos casos en los que el trabajador termina percibiendo buena parte del sueldo a través de complementos. La ministra de Empleo, Fátima Báñez, defendió ayer que los trabajadores deben cotizar por todo su salario y que las empresas deben realizar sus políticas sociales con cargo a sus beneficios y no al sistema de la Seguridad Social. Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, habló incluso de «ingeniería retributiva» o de «cotización a la carta», negando que el decreto vaya a frenar el empleo. Doctores tendrá la Seguridad Social, pero no parece lógico si en verdad 2014 iba a ser el año del empleo.