Luis de Guindos expresó el otro día el hartazgo de los políticos respecto de los ciudadanos. Acababa de dar unas declaraciones en las que le preguntaron si iba a subir la gasolina, a lo que contestó que no (mal asunto). Luego, creyéndose a salvo de los micrófonos, dijo a sus colaboradores:

-¡Que se vayan a tomar por el culo!

Significa que los administradores están hasta las narices de los administrados. Fíjense en lo sucedido en Gamonal, donde el alcalde ha tenido que suspender unas obras concedidas al mismo constructor que le había arreglado su ático. Hablando de áticos, menuda lata le estamos dando a Ignacio González con el suyo. Creo que su mujer continúa imputada, aunque, según Esperanza Aguirre, el presidente de la Comunidad de Madrid ha dado todas las explicaciones que debía. Muchas explicaciones, sí, pero seguimos sin entender cómo un servidor público le tenía alquilado por la mitad de precio un piso de lujo a una empresa radicada en un paraíso fiscal. Tampoco entendemos cómo se las ha arreglado para comprar ese mismo piso a esa misma y misteriosa empresa. Los ciudadanos normales no hacemos operaciones tan raras ni tan sospechosas. Significa que González está también hasta el gorro de nosotros, y no solo por lo del ático. Resulta que le acabamos de quitar el juguete de la privatización de los hospitales de Madrid. Una guinda para un conjunto de empresas que se iban a forrar a cuenta de nuestra salud y en las que quizá un día trabajará de consejero González o Lasquetty, que se ha visto obligado a dimitir. ¿Cómo no van a odiar todos estos políticos a los contribuyentes que les pagan el sueldo pero que se pasan el día en la calle jorobándoles su futuro? A ver, ¿cómo no va a detestar Gallardón a una ciudadanía que se ha puesto en pie de guerra contra una ley que le iba a lanzar al estrellato y quizá a la presidencia del Gobierno? Ahora bien, el que mejor ha expresado ese fastidio que provocamos ha sido el que creíamos más educado: De Guindos. «Que se vayan a tomar por el culo». Pues no, mire usted, no nos vamos.