La mala Revolución Francesa

La mujer de Aznar está empeñada en hacer sonadas declaraciones que compensen su triste papel de alcaldesa sobrevenida por manipulaciones nada oscuras. Su penúltimo descubrimiento ha sido que el PP es la organización que más bien ha le hecho, no sólo a ella, lo que está claro, sino al mundo entero, lo que le habría atraído la excomunión del Vaticano, si éste no estuviera pasando también días muy bajos. Ahora, dando otro botellazo más, Ana ha criticado a los jueces que han declarado que un escrache es una legítima expresión democrática. Les reprocha que el dejarse guiar por la calle es propio de la Revolución Francesa. Es decir, que se declara partidaria del Antiguo Régimen, con mayúsculas. Sí, no sólo del de Franco, sino del previo a la Revolución Francesa, del siglo XVIII allí, que España ha durado, como vemos, mucho más; quizá Botella esté pensando incluso en devolver a la calle de Fuencarral su antiguo nombre de «calle de la Mala Francia» revolucionaria..

Eusebio Fresnillo Ortiz. Málaga