La alta política internacional está que arde. Dicen que Barack Obama tiene una amante y que Michelle está esperando a que acabe el mandato presidencial para mandarlo a tomar viento. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, se divorció el año pasado de su mujer tras 30 años de casado y se lió, según los medios de su país, con una joven gimnasta. Francois Hollande ha montado la escandalera en Francia tras ser pillado con la actriz Julie Gayet y no hay medio de comunicación galo, serio o frívolo, que no se explaye con las andanzas de su presidente. Estos días les ha tocado el turno a los ingleses. Ya hace meses que corren rumores de que el exprimer ministro británico Tony Blair mantuvo un affaire con la empresaria Wendi Deng cuando ésta aún estaba casada con el magnate mediático Rupert Murdoch, una aventura que no sólo le habría costado a ella el divorcio sino que habría supuesto la ruptura de una amistad de años entre Blair y Murdoch. El líder británico negó la relación e incluso su mujer Cherie salió en su defensa. La revista Vanity Fair, sin embargo, acaba de publicar una nota secreta de Wendi Deng en la que la empresaria declara su amor por un tal Tony. En el escrito dice que «echo mucho de menos a Tony. Es encantador y viste tan bien. Tiene un cuerpo bonito, buenas piernas, el culo...me encantan sus penetrantes ojos azules y su poder en el escenario». Lo del culo, ella sabrá, pero con lo de los ojos azules, el poder en el escenario y el nombre, no hay en un inglés que dude de que el objetivo de la misiva es el exprimer ministro. Tras la publicación de la notita los tabloides británicos han vuelto a sacar de los cajones los capítulos más sabrosos de la supuesta relación. Cuentan que se encontraron en el rancho de California de Murdoch, en el hotel Carlyle de Nueva York, en un yate privado y en la casa del magnate en Londres. Una noche él se quedó a dormir en el rancho y fue visto entrando al dormitorio de ella, y algunos criados se han despachado contando los coqueteos de Wendi con Blair cuando su marido no estaba. Con este escarceo, Blair no sólo perdió a un amigo sino el apoyo de los medios de comunicación de Murdoch y ahora es posible que le cueste el matrimonio a no ser que se demuestre que el escrito se refería al culo de otro Tony. De momento no han trascendido escándalos de cama de nuestro presidente. Igual es un hombre fiel y leal a su mujer, o es discreto. Aunque también es posible que con la que hay montada en este país haya perdido el hombre la líbido.