Un experimento dos veces fallido

Monarquía/República. O como diría el célebre Shakespeare: That’s the question. La controversia se hace eterna en la calle y en los medios pese a los desastrosos resultados de las anteriores repúblicas. Como el pueblo es olvidadizo... erre que erre. En definitiva, nostalgia y rencor se han echado a la calle tras la abdicación del Rey en demanda de una tercera república. He de reconocer que yo mismo he estado en estas concentraciones. No necesariamente porque lo sienta sino porque es bueno pulsar el ambiente. Ahí siguen, instalados en su viejo posicionamiento: a ver si Cayo Lara cree que su partido está libre de culpa.

A nivel personal no me considero una persona versada en cuestiones políticas. Es un tema que no me motiva excesivamente.

Tratándose en este caso de familiares directos, quiero recordar aquí como hace escasamente un par de años, previo a un 14 de Abril (aniversario de la República) me encontraba en el municipio de Rábade (Lugo) dónde descansan los restos de la republicana Juana Capdevielle. Como la gente sabe, Juana fue ejecutada en el 36. Por el hecho de su militancia y de ser la esposa del gobernador civil de La Coruña, Pérez-Carballo. Estas personas estaban emparentadas con mi familia y no solo ideológicamente. Puede que el hecho de visitar la tumba de Juana, que repito, fue circunstancial, en otras circunstancias me habría conmovido de modo especial. Había sido un deseo que no había podido cumplir y ahora surgía por sí cuando un amigo del municipio vecino en el que yo nací (soy de origen gallego), me ofreció esa posibilidad pero en mi estado emocional férreamente inculcado desde el miedo y el rencor, algo había desaparecido. Como decía una buena amiga: en esta vida hay que mantener la mente fría y el corazón caliente. No mirar al pasado. De ahí mis actuales reticencias.

Luis Enrique Veiga RodríguezMálaga