Los vecinos de Alameda de Colón y calles colindantes muestran su indignación ante la decisión arbitraria del alcalde, Francisco de la Torre, sobre el desvío del todo el tráfico de la avenida de Andalucía hacia Alameda de Colón.

Según sus palabras, si se lleva a cabo la irracional idea se estima que 37.000 vehículos transitarían por Alameda de Colón, no obstante según los datos de la Junta de Andalucía serían 40.000 los vehículos que transitarían diariamente por la misma.

Se estima que la emisión de CO2 estaría entre 17 y 20 toneladas anuales, lo cual implicaría enfermedades respiratorias, cáncer, otras dolencias y unos enormes niveles de contaminación acústica.

Como todo el mundo sabe, desde hace años estamos soportando un tráfico intenso de día y de noche, ruidos, peleas y prostitutas en la Alameda de Colón y calles colindantes. Pero una vez más el alcalde actúa de forma autoritaria y sin contar con la opinión de los vecinos que son los verdaderos propietarios de las calles.

La plataforma de vecinos de Alameda de Colón que aglutina todos los edificios residenciales y de oficinas de esta calle, rechazan tajantemente la actitud del alcalde, pidiendo una rectificación y modificación del proyecto en los medios de comunicación, de lo contrario los residentes emprenderán acciones vecinales con el consiguiente perjuicio para el tráfico de la ciudad.

En todas las ciudades, hay vías principales que son imposibles de cortar al tráfico por la configuración de la ciudad como por ejemplo la Castellana en Madrid o la Alameda Principal en Málaga, las cuales son ejes que facilitan el tráfico fluido de una parte a otra de la ciudad.

En este caso concreto se verían perjudicados todos aquellos que quieran ir desde la avenida de Andalucía al Paseo del Parque, Paseo de Reding y Paseo de Sancha, incluso el paso por el túnel de Alcanzadilla. Lo que pretende el alcalde es crear cuellos de botella estableciendo un conflicto en el tráfico al dirigir todo los vehículos hacia la Alameda de Colón.

La Alameda Principal no se puede convertir en una gran estación de autobuses como pretende el alcalde. Si se presenta un concurso de ideas abierto a todos los arquitectos, seguro que se propondrían mejores alternativas manteniendo el tráfico, los autobuses y las zonas peatonales.

Pero lo más fácil y menos inteligente es imponer una decisión arbitraria como la que quiere tomar el alcalde, sin embargo los ciudadanos han aprendido mucho en los últimos tiempos. La ciudad es de los ciudadanos y no de los políticos como ya se ha demostrado en otras zonas de España y como ciudadanos consideramos que el alcalde está para dar soluciones lógicas e inteligentes, consultando con los afectados antes de tomar iniciativas que perjudiquen a la salud de todo un barrio.