La ley de transexualidad aprobada en Andalucía parece que contradice los postulados científicos, pues la OMS, la APA y la DSM consideran la transexualidad como un transtorno. Además, según algunos estudios, en la mayoría de los casos en los que se produce en la prepubertad, puede desaparecer en la adolescencia (con lo cual aplicar un tratamiento quirúrgico a una edad temprana podría ser cuando menos innecesario). En cuanto al tratamiento quirúrgico, los agentes sanitarios de medicina y cirugía transexual, nos hablan en estos términos: «No se puede violar la integridad física de una persona para el tratamiento de un mal de origen psíquico o espiritual». Éste es un tema muy grave que va a ocasionar un gran daño a los menores, pues entre otras cosas, se obligará en los centros escolares a adoctrinar a los niños en la ideología de género desde pequeños. Me asusta y no entiendo la pasividad de una sociedad que cierra los ojos ante semejante amenaza y más aún de una parte de ella que debería por su fe, tomar partido en defensa de esa parte de la humanidad tan vulnerable.