Sin grandes aspavientos, con la humildad y austeridad que caracteriza la gestión de Carmen Morales, presidenta del flamante Clínicas Rincón Costa del Sol, las chicas dirigidas por Diego Carrasco se presentaron el pasado sábado en Carranque para vivir el sueño de estos últimos trece años: jugar en la máxima categoría del balonmano español.

Con sus fieles y habituales seguidores y algún que otro curioso, las malagueñas demostraron con su juego que llegan a la elite con intención de quedarse. Un equipo reforzado con inteligencia, que conjuga juventud, talento y veteranía tanto en el banquillo como en el veinte por cuarenta. Tanta es la habilidad de su técnico -ya podría estar empadronado en el complejo deportivo después de tanto años-, que a mitad de encuentro, cuando nadie atinaba a encender las luces del pabellón, abandonó el banquillo refunfuñando y pegó una carrera hasta el cuarto de luces para iluminar el camino de la victoria. Cosas de Diego Carrasco€

Tampoco le fueron mal las cosas al Meridiano Antequera en el primer encuentro de su segunda campaña en División de Honor Plata. Con una plantilla muy ajustada a la realidad económica, los verdes superaron al Amenabar vasco y aunque son conscientes de las dificultades que tendrán que sortear para mantener la categoría, tanto los jugadores más experimentados como los técnicos, están muy mentalizados. Alzar la Copa de Andalucía hace dos semanas dio mucha confianza. La respuesta de la ciudad del Torcal puede ser determinante.

La selección española femenina, las #Guerreras, visitarán nuestra provincia en el mes de noviembre. Las facilidades ofrecidas por las distintas federaciones, el apoyo de la Diputación de Málaga, del Ayuntamiento de Fuengirola y la colaboración de numerosas empresas, nos permitirá albergar un acontecimiento necesario, vital, para el crecimiento de nuestros seguidores y practicantes en la provincia de Málaga. Mi primer agradecimiento de los muchos que daré para Antonio López Nieto, Juanma Rodríguez, Pedro Cuevas y a mi buen amigo, Chema Jiménez, alma del balonmano en la Villa Blanca, por su confianza y apoyo.

Por otro lado, al hilo de las nuevas «ideas» del Ministerio de Empleo, quiero pensar que quien legisla, quien está obligado a establecer una serie de normas, derecho y deberes que afectan a un gran número de personas e instituciones, sopesa muy mucho cada paso que da para no perjudicar a la mayoría. Quiero pensar que las medias que promueve el Ministerio de Empleo y Seguridad Social sobre la actividad que desarrollan los clubes y entidades sin ánimo de lucro han sido valoradas por personas experimentadas, en contacto directo con los afectados, dentro de un razonamiento lógico y cabal.

Me apenaría pensar que detrás de este estudio hay una mente retorcida que busca rédito de otro tipo. Y se me viene a la cabeza la oportunidad que representaría tener que afiliar a la Seguridad Social a todos esos deportistas, entrenadores, técnicos o dirigentes, que de manera voluntaria se baten el cobre en miles de clubes y asociaciones de otros ámbitos en toda España. Un resultado que implementaría las listas de cotizantes y provocaría una caída en picado del desempleo en nuestro país. No quiero pensar mal, no quiero.

Escudriñar en las entrañas de los más modestos es cuanto menos repugnante. Meter la mano en esos clubes de base que con el esfuerzo y sacrificio de padres y monitores dan vida, formación y a veces el calor que no encuentran ni en sus hogares, puede resultar nauseabundo. Una buena Ley del Voluntariado lo arreglaría todo. Y otra para el patrocinio y mecenazgo deportivo nos ayudaría a navegar de otra manera. Pero para esa no hay tanta diligencia€