Un café. Pitufo mixto. Viena con tomate. El periódico. Una terraza cualquiera. Una mañana cualquiera. En la mesa, una pareja. Él, recién llegado del hospital. «Por fin me han atendido. Vaya lista de espera más larga», subraya él. «Claro. Lo que pasa es que como es gratis, hay muchos inmigrantes que van todos los días. Y eso retrasa todo», responde ella. Un poco más allá, cuatro tazas de chocolate. Una bandeja de churros. Una señora aclara a sus contertulias que cada vez hay más negocios de ciudadanos chinos en el barrio. «Como tienen más facilidades que nadie€ Ni pagan impuestos ni se dan de alta ni nada"« afirma. «Con la necesidad que hay en España y la cantidad de inmigrantes que vienen», subraya alguien en la mesa. «Es que aquí no cabemos todos», asevera otra mujer.

Son situaciones comunes. El contexto en el que nos movemos cada día. Esta vez, un bar. Pero, otras veces, el cole, el almuerzo familiar, el partido de fútbol, el autobús, el metro. Momentos cotidianos en los que surgen comentarios basados en la nada, habladurías transmitidas sin certezas. Medias verdades que, a la larga, se convierten en verdad y media. Y ojo si las contradices: la conversación puede llevar a lugares insospechados. Y acabar en ningún sitio.

Stop Rumores es un proyecto que nace para que esas conversaciones acaben bien. Para que cualquier persona pueda acceder rápidamente una información útil, veraz, clara y fácilmente contrastable. También para entender que hay formas de acabar con los rumores; que, a través de buenos argumentos y herramientas de intercomunicación personal, es posible hacer cambiar de opinión al otro. O, al menos, hacerlo pensar. Y razonar de que todo, quizás, no es como nos hacen creer: ahí está el origen -muchas veces- del rumor. Algo que se ve claramente en los meses previos a cada campaña electoral, cuando la inmigración se utiliza como arma populista para captar votos. Aunque sea a base de mentiras. Fíjense en Vitoria.

Stop Rumores ofrece gráficos, vídeos, infografías, informes, documentos, estudios. Recursos que desmontan rumores sobre las personas inmigrantes (todo disponible en la web www.stoprumores.com). Las mismas que, cuentan por ahí, se comenta, se dice, que saturan los servicios sanitarios, nos quitan el empleo, no pagan impuestos o tienen prioridad en el acceso a los Servicios Sociales por su nacionalidad.

El proyecto cuenta con una importante base social que empieza a crecer. Por un lado, con las 18 entidades que forman parte de la red inicial del proyecto, con Andalucía Acoge a la cabeza pero con presencia, por ejemplo, de Málaga Acoge y la Asociación Marroquí para la integración de los inmigrantes en esta provincia. Y, por otro, por todas las personas que se están sumando a los talleres formativos previstos en Stop Rumores que pretenden formar a personas para aprender a parar los rumores, a razonarlos, a debatirlos. Son los «Agentes Anti-rumor», que cumplen con un papel de especial importancia en la iniciativa. Cualquier persona o entidad puede sumarse a un proyecto con vocación irremediable de convertirse en una gran red.

Los rumores han estado, están y estarán ahí. Unas veces por ignorancia y otras por interés. Se expanden tan rápidamente que la prevención se convierte en vital. Y, mientras antes se detecten, más pronto la verdad se hará su hueco: algo positivo para todos, porque la buena convivencia, el respeto o la solidaridad y dependen de ello. Seamos personas activas y críticas. Hagamos honor al concepto de ciudadanía.

*Nacho Sánchez es técnico de Málaga Acoge