Cinco años creando oportunidades para tu empresa. Este era el lema de cabecera con el que abría el congreso de directivos y emprendedores para Andalucía. Se celebra en Málaga. Es normal. Las pymes y los emprendedores son marca de denominación de origen de nuestra tierra. Y eso, a pesar de tanto desgobierno, calamidad y gestión económica que tenemos en lo alto de este país, que ya se encargó el economista mediático y lleno de sentido común José Carlos Díez de enfatizar. Lo hizo con una frase de cabecera. «Si queréis tener expectativas y oportunidades, os tenéis que ir fuera». Sin comentarios. Anxo Pérez, con 5 titulaciones universitarias, formado en EEUU, Bélgica, China y creador de 8belts, abrió el telón con una sentencia rotunda y eso sí, educada. «En España en materia de empresas y de ecosistemas para su creación y desarrollo, aún tenemos un amplio marcó de mejora». Y se lo decía a un foro de directivos y empresarios. La mayoría de ellos jóvenes. En democracia y con una formación sólida, pero que ya saben como se las gasta este país.

A estas alturas no hace falta recordar que los creadores de empleo, que tanta falta nos hace, en buena parte estaban allí. Y quieren contratar. Pero como deja bien claro Bruselas, no mejoramos el marco normativo y fiscal para permitir ese paso. Josu Ugarte, presidente de Mondragón internacional (con una empresa que a sus espaldas literalmente da 74.000 trabajadores), siguió con la faena y fue magistral. Nada más empezar lo sentencia de nuevo. «El mundo no esta en crisis. España sí». Y nos habla de globalización, siguiendo sentenciando; «La demanda interna no se va a mejorar». Pues nada. Con este anuncio, y después de los de Díez, hay que pensarse aprender chino.

A pesar de eso, muchos emprendedores tenemos, tienen, una perspectiva proactiva, de intentar mejorar como sea nuestro país. Porque se trata de nuestra tierra y de nuestras familias. De nuestro futuro. Y aquí esta la clave. Se trata de actitud. Esa actitud proactiva, positiva y constructiva que flota en el ambiente del emprendimiento. La actitud contraria al pesimismo existente en la sociedad en general y por muchas consecuencias lógicas. En el caso de la Andalucía Management, los testimonios de Sebastián Álvaro, creador de Al filo de lo imposible, hablándonos de fracasos y de superación, de Ramón Puchades, con ese «Internet, el gran modificador del entorno», Jose Carlos Díez con su acertado «escenario global y perspectivas», o al joven Pau García Mila con su «Está todo por hacer».

Todas las ponencias son claras e inciden en lo mismo. Necesitamos cambiar este ecosistema económico de manera radical como dice el presidente de Mondragón. No hay otra. Y las claves; autenticidad. Cumplir con los compromisos que se adquieren. Seguridad jurídica. Rápida evolución innovadora. Y una actitud abierta. Touche. Pleno al corazón de esta delirante y malherida economía española. Para que comprendamos la cuestión. Para el avance de una economía no se puede tener un marco fiscal, laboral y político tan deficiente. No se puede faltar a la palabra dada como gobernantes, ni se puede tener un país plagado de burocracia, parcialidad e inseguridad jurídica que ahuyentan la inversión. Por muchas filigranas que hagamos, una confiscación del 37% en el «impuesto a la creación del empleo», y unos juzgados que se atascan años y años en los juzgados de lo mercantil.

Los escándalos de corrupción todos los días producto de una forma de hacer las cosas de esa España vieja. También muy pícara, que según la jueza Alaya en sus diligencias judiciales, ya asola hasta a una, esperemos mínima porción de funcionarios, compinchados con algunos empresarios sin ética, en relación a casos de corrupción y dación fraudulenta de licitaciones públicas. Esperemos no sea así, porque dificultaría aún más las cosas a la meritocracia y al talento en el país. También por justicia, porque si bien la mayoría de los funcionarios hacen bien y honestamente su trabajo. Y sobre todo, la función pública es esencial para el desarrollo de un Estado desarrollado.

Parece que ese es el panorama que tenemos por delante. Tan alejado de ese talento, con el que empezamos la tribuna. Y es curioso. A pesar de todo esto, la actitud de muchos de los emprendedores, es siempre proactiva y positiva. Será por lo mas importante que ha quedado patente en este Forum. Una actitud abierta e innovadora. Llena de conocimiento. De talento. Lo contrario a los valores que parecen predominar en la sociedad actual. Mediocridad, falta de conocimiento en la materia y de experiencia en el liderazgo de una sociedad. Y por supuesto, esas generaciones de líderes políticos que en el foro dejaron bien claro de forma irónica y crítica algunos de sus ponentes; aquí tenemos como horizonte de futuro «al pequeño Nicolás» y sus palmeros. Esperemos, y ojalá sean estos minoría, porque no hay otra, la política es lo que cambia a la sociedad. Lo que está claro es que los resultados no acompañan. Un 60% de paro juvenil y el segundo déficit público del mundo no es el camino. Así no vamos a ninguna parte. A pesar de eso. Se puede cambiar. Tenemos que insistir en que se cambie. Nos va mucho en ello. Era el mensaje final del congreso. Un mensaje colectivo. Basado en el ejemplo de muchas de las esforzadas y anónimas pymes, que con el sudor de su frente siguen manteniendo este país. En concreto el 71% del empleo. Basta ya. No nos merecemos este entorno que construyen en este país para la economía. Para el futuro de este país. Para sus funcionarios, empresarios, parados, trabajadores, jubilados y niños. Para todos.