Las calles del barrio de Donibane veían jugar a mediados de los 70 al pequeño Javi. Era el menor de dos hermanos, hijo de una profesora de la escuela Federico Mayo de Pamplona y de un inspector de educación. Cuando llegó la hora de comenzar el colegio sus padres eligieron el colegio Irabia, en el barrio de la Txantrea. Sus compañeros guardan muchos recuerdos del pequeño Javi pero sobre todo recuerdan uno, su habilidad con el cubo de Rubik. Javi Gracia, actual entrenador malaguista, tenía una habilidad especial para un juguete que para muchos es un gran entretenimiento y para otros, entre los que me incluyo, una obra del diablo imposible de resolver.

Creativo, responsable y muy rápido mentalmente son las virtudes que sus compañeros de colegio y primeros entrenadores destacan de él. Unas virtudes que sin duda ha sabido aplicar a este Málaga CF que comenzó la temporada pensando en salvarse y a falta de 7 jornadas para finalizar la Liga está en posiciones europeas, si el Barcelona gana la copa del Rey.

Pero el gran valor de Javi Gracia no es sólo el deportivo, es también la creación de patrimonio para el club. Su apuesta por la juventud y el talento proporcionan al equipo resultados en el presente y un futuro esperanzador, con grandes jugadores o si no se puede aguantar la presión de los clubes más poderosos económicamente, con un buen colchón de euros que permita la tranquilidad institucional.

El repóker de canteranos Recio, Darder, Samuel, Juanmi y Samu Castillejo más Camacho, con una media de edad de 22 años, son parte del futuro del Málaga y de la selección española de fútbol.

No podría asegurarlo, pero no me extrañaría que Joan Plaza fuera otro virtuoso del cubo de Rubik en el colegio. Su trayectoria vital demuestra su rapidez mental y su gran habilidad para crear equipos y exprimirlos deportivamente. Este Unicaja líder de la Liga Endesa es la mejor prueba de ello.

Después de una buena primera temporada ha tenido que afrontar su segundo año con 7 jugadores nuevos y ahora mismo supera todas las expectativas. Adicto al trabajo, su reto siempre es superar el día anterior, la semana anterior, la temporada anterior€ como la mejor forma de no relajarse y seguir creciendo. Es el trabajo oscuro y no siempre reconocido de dos hombres del deporte que esta semana debían afrontar una dura y doble visita a la capital para medirse con el Real Madrid, aunque solo jugará allí el Málaga porque el Unicaja ha aplazado hasta el jueves día 30 su visita al Barclaycard Center. El caso es que el trabajo realizado merece una recompensa para ambos. Suerte