Ya saben aquello de Eugenio D´Ors: «En Madrid a las siete de la tarde o das una conferencia o te la dan». Ahora, a las siete de la tarde o protagonizas una negociación o acudes a una de mirón. O tejes un pacto de gobierno o te lo tejen. En el auditorio Eduardo Ocón se reunían ayer las gentes de Málaga Ahora, con Ysabel Torralbo al frente, y en la sede del PSOE en Marbella se citaban los cuatro partidos que aspiran a arrebatarle a Ángeles Muñoz la alcaldía de Marbella. El acuerdo para que sea alcalde Pepe Bernal está muy próximo. Aunque el detallado documento de Costa del Sol sí se Puede no es nada fácil de asumir por un partido tradicional. Y no sólo por los 2.200 trompos anuales de sueldo máximo para todo quisqui.

El miedo es, claro, a los maletines. Lo decimos así, en general. No pensando en nadie ni en ninguna localidad. Nadie piensa en comprar a nadie pero todos sospechan de que otros pueden comprar a otros.

En España siempre ha habido mucho miedo pero también mucho amor por los maletines. Los ha habido en el fútbol, los hay en la política. Los hay de cuero y de piel de cocodrilo, elegantes, cantosos y hasta los hay que no son lo que parecen. Hubo un tiempo en este país en el que un maletín era un signo de distinción. Luego estuvieron un poco proscritos, como cuando el gilismo, el fabrismo, los ERE o los Gürtel, que se empezaron a llevar las bolsas de basura para meter los billetes. En algunos municipios veías a un tío con una bolsa de basura y no sabías si se estaba deshaciendo de los residuos de un par de días o es que llegaba feliz al domicilio con el fruto de una mamandurria. La provincia es una negociación gigante. También Andalucía y por supuesto, toda España. Los periódicos paren aplicaciones para que el lector curioso sepa cómo van las negociaciones en cada lugar. Los partidos proponen transparencia absoluta en los ayuntamientos para entrar en un acuerdo o pacto de gobierno pero practican un oscurantismo eficaz, tal vez lógico pero generador de sospechas.

Las propuestas de Málaga Ahora serán dadas a conocer hoy en rueda de prensa. 110 votos contra 9 dieron el mandato a Torralbo y los suyos de negociar «una investidura alternativa al PP». Desde luego, tienen un reportaje los que, militando en Málaga Ahora (Podemos) quieren que siga el PP. Claro que algunos de ellos pudieran ser los que rechazan por igual a PP que al PSOE. Izquierda Unida también va a explicar hoy, por boca de Eduardo Zorrilla, sus propuestas.

Como sigamos estableciendo líneas rojas los pasos de cebra van a dejar de ser blanquinegros. Cada concejal electo parece atesorar un decálogo irrenunciable. Lo lleva a todas partes y no lo suelta ni para ir al baño. A lo mejor una de las propuestas del decálogo es poder llevárselo al baño. A los que somos clasicones para estas cosas nos gustan los decálogos compuestos por diez cosas. Pero la RAE acepta decálogos con otro número de propuestas. No sabemos si será por influencia política o fruto de una sesión en la Academia en la que faltó un latinista. O a lo mejor eran nueve u once académicos. O igual aceptaron un maletín de un político que quería presentar un decálogo pero sólo se le ocurrían nueve ideas. O dos o tres nada más.