No quiero cambiar de compañía telefónica, gracias

Otra tarde más no he podido dormir la siesta. Sí, esa costumbre española que quien la coge no la puede soltar… ¿El motivo? El de siempre, la llamada de cada día de los operadores de la competencia. ¿De verdad no hay otra hora en el día para que hagan este trabajo? Con todos mis respetos hacia las personas detrás del teléfono: Señores y señoritas no pueden acosar de esta manera a la gente, sabemos que tienen que hacer su trabajo pero si quisiéramos cambiar de compañía lo haríamos por nuestro propio pie sin necesidad de estas llamadas tan molestas.

Creo que ahorrarían tiempo y dinero mandando un simple mailing que llame la atención y que el posible cliente pueda decidir en qué momento quiere recibir la información. Desde el punto de vista de la comunicación corporativa, operadores de la competencia: Les digo que no funciona.

J. Mit Pau. Torremolinos

La casa por el tejado

Con los cambios que se están produciendo en la educación a día de hoy hacia el hecho de adquirir conocimientos cada vez más prácticos, estamos dejando de lado la formación en materias más teóricas pero que dan una formación más global. Se están introduciendo asignaturas desde la ESO de economía, metafísica e incluso de cocina, dejando de lado materias más básicas e importantes como por ejemplo el dibujo.

El dibujo no es sino un instrumento de lenguaje básico para la expresión de una persona, y esto me hace pensar: ¿Cómo sabemos que el niño que tenemos delante puede tener la capacidad de expresarse dibujando si no dejamos que la desarrolle?

Para un diseñador gráfico, un pintor o escultor o incluso un arquitecto, que tanto sabe de física y matemáticas, su manera de pensar y de crear no es otra que dibujando. Lo primero que hace un niño para expresarse es dibujar, por tanto ¿debemos cortar esta forma de expresión equiparable a hablar o escribir?

Rocío Muñoz. Málaga