La figura de Bernardo de Gálvez ha sido realzada durante el año 2014 con motivo de los trámites seguidos para que fuese nombrado Ciudadano Honorario de Estados Unidos al reconocerse el crucial papel que desempeñó en relación con la independencia de Norte-América. En el presente año de 2015 la prensa ha recogido igualmente los homenajes tributados a Bernardo de Gálvez, especialmente el realizado conjuntamente por las fuerzas de España y de Estados Unidos en Málaga coincidiendo con la conmemoración el 8 de mayo del 234 aniversario de la batalla de Pensacola.

Las actuaciones en América del militar español serían ampliamente difundidas en su momento y con todo detalle por las gacetas editadas a finales del siglo XVIII, destacando especialmente las publicaciones españolas que, junto con las del resto de Europa, informaron sobre sus hazañas. Posteriormente, sería la Gazeta de México la que recogiese su última y corta etapa desarrollada en la Nueva España, actual México.

Después de sus hazañas en la frontera norte de los territorios españoles en América, Bernardo de Gálvez sería nombrado Gobernador y Capitán General de la Isla de Cuba y de las Provincias de La Luisiana y de las dos Floridas, informando la Gazeta de México, con noticias procedentes desde La Habana, que el día 4 de febrero de 1785 había llegado a ese puerto para tomar posesión del cargo. Sin embargo, su estancia sería muy corta, ya que el 20 de abril sucedió a su padre Matías de Gálvez como Virrey de Nueva España, partiendo seguidamente para su nuevo destino.

La gaceta mexicana informaría que Bernardo de Gálvez había arribando felizmente el 7 de junio de 1785 al puerto de Veracruz con su esposa y familia. Posteriormente, detallaría su toma de posesión el día 16 siguiente, habiendo recibido el Bastón de Mando públicamente de manos del Regente de la Real Audiencia en el pueblo de San Christoval con el reconocimiento de autoridades civiles y eclesiásticas. Al día siguiente se desplazó al Santuario de Guadalupe, visitando seguidamente al Cabildo, Tribunales y demás autoridades, para finalizar reconociendo a las fuerzas militares que respondieron con salvas de artillería. Del mismo modo, se enumerarían los actos habidos en días sucesivos.

Bernardo de Gálvez impulsaría las obras públicas en México desde su llegada. Se puede destacar la información publicada por la gaceta del 12 de julio de 1785 describiendo la rápida realización de la calzada desde Guadalupe a la ciudad para facilitar un cómodo tránsito, que en 14 días se concluyó su parte principal y con gran parte del arbolado plantado. Tenía una longitud 4.600 varas y dos precisos puentes de bóveda que soportaron sin problemas el innumerable tránsito de coches y caballos.

Igualmente, Bernardo de Gálvez continuó algunos de los proyectos emprendidos por su padre, pudiéndose citar la entrega al Arzobispo del Hospital General de San Andrés y la reunión en éste del Real Hospital del Amor de Dios, con la finalidad de buscar el alivio y subsistencia de los enfermos en sus dolencias. Uno de los logros conseguidos fue poner una Botica en el citado Hospital y tratar de vender al público las medicinas. La Gazeta de México del 8 de agosto de 1786 señalaba que el Virrey había dado la licencia, por lo que, estando ya dicha Botica bien provista y surtida, se avisaba al público que podía ir a comprar medicamentos a precios cómodos.

La Gazeta de México informaría del mismo modo de los empleos, providencias y bandos emitidos por Bernardo de Gálvez, así como de otras cuestiones relacionadas para el mejor gobierno del territorio. Asimismo, publicaría las resoluciones que se adoptaron para la resolución de imprevistos, destacando la noticia difundida el 18 de abril de 1786 relativa a que el Virrey aprobó con su infatigable celo las medidas necesarias para asegurar la provisión de maíz a la Capital, cuestión urgente en aquellos momentos por ser el alimento principal de los pobres. Entre otras medidas, nombró comisionados para garantizar el debido abastecimiento del grano.

Además de las cuestiones relativas a las acciones de gobierno, la gaceta informaría igualmente de otros temas de interés promovidos por el Virrey, especialmente acerca de los espectáculos relacionados con los toros y el teatro, o de los numerosos donativos que realizó.

Con independencia de las informaciones publicadas, la Gazeta de México señalaría que desde que había llegado el que consideraban como su dignísimo Virrey, se habían producido frecuentes motivos de elogiar justamente su esforzado y amable gobierno en las publicaciones locales. De la misma manera, se informaba que su gestión al frente de esos territorios había sido resaltada por otros medios de comunicación extranjeros, dándose esta información en la creencia que agradaría también al público saber cuánto aplaudieron la labor de Bernardo de Gálvez las gacetas impresas en Filadelfia y en Kingston en Jamaica, con frases como que era un seguro y confirmado amigo de los Estados Unidos y que en su gobierno sobresalía la afabilidad, beneficencia y sentido de la justicia.

La notable labor desarrollada por Bernardo de Gálvez como Virrey de la Nueva España sería muy breve, ya que fallecería al año siguiente de haber tomado posesión del gobierno de esos territorios que se corresponden actualmente con el estado de México. Su grave enfermedad se acentuó a partir del 4 de octubre y la Gazeta de México tendría que informar que la Providencia Divina, cuyos juicios eran inescrutables, dispuso que el día 30 de noviembre de 1786 a las cuatro y veinte minutos de la mañana concluyese su vida en el Palacio Arzobispal de la Villa de Tacubaya, lugar integrado actualmente en la ciudad de México.

Del mismo modo, se difundiría que Bernardo de Gálvez por sus cualidades se había granjeado el justo concepto que todos de él tenían, así como el reconocimiento del pueblo mexicano para que le mirase, amase y venerase. La publicación describía el tránsito del cortejo fúnebre que partió para la antigua capital, hallándose todo el camino y calles llenas de gente, que lloraban su falta amargamente y con demostraciones que no se habían visto jamás. Al día siguiente, se expuso el cadáver en el salón principal del Palacio Presidencial para realizarse el entierro en la mañana del día 4 de diciembre, transcurriendo la procesión con una concurrencia inusitada y con grandes honores.