En Málaga hemos recuperado la ilusión por el baloncesto. Solo hay que ver el juego del equipo este año, con Plaza y Herrera como cabezas pensantes del Unicaja, aunque el síntoma más importante de dicha recuperación está en las gradas del Martín Carpena, que han ido recuperando un tono y tensión especiales; a la altura de las mas grandes hazañas de este club.

Ahora el «problema» es otro. Como adelantó La Opinión de Málaga días atrás, Joan Plaza está en la agenda del todopoderoso Barcelona, que pese a tener a Xavi Pascual con contrato en vigor se plantea seriamente sustituirlo. El todavía entrenador de Unicaja ya ha dado a entender en su círculo cercano que necesita un plus del club, un empujón, un gesto no ya hacía él; más bien una señal general de hambre, de ambición, de querer alcanzar nuevas metas y no conformarse.

Uno de los temas delicados es el de su renovación. Joan quería dejarla finiquitada antes de irse de vacaciones, algo que no ha sido posible. El Unicaja lo invita a revisar el contrato ya en pretemporada. En Los Guindos ya se ha tropezado en alguna ocasión con la misma piedra, una enorme y difícil de manejar, la económica. La entidad bancaria tiene muy claro hasta dónde puede inyectar dinero en el baloncesto y eso no siempre coincide con las carencias y necesidades del equipo, según sus diferentes técnicos.

El actual, Plaza, quiere ir a más la próxima campaña: «No podemos luchar con palos ante espadas láser», decía en un claro mensaje de «no conformismo». Temporadas atrás el club ya hizo oídos sordos a las peticiones de sus entrenadores. Está claro que no todas deben ser consideradas, ni todas serán acertadas, pero hasta la fecha Joan Plaza se ha ganado, cuanto menos, el beneplácito de la duda. La pregunta es: ¿Compensa enfadar al catalán y arriesgarse a perderlo? ¿Conviene tirar por la borda la ardua labor de dos años de un Plaza que ha recuperado la comunión con la grada?

Dicho esto, el Unicaja se está moviendo rápido. Se hizo oficial el fichaje de Smith, que proviene del Limoges y llega con la vitola de buen lanzador. Se espera en los próximos días hacer oficial la incorporación de Edwin Jackson y muy pendientes andan también de Dani Díez, jugador de enorme calidad pero fragilidad mental, más pendiente de los cantos de sirena de la NBA que de consolidarse primero en Europa. El Unicaja se mueve sí, pero de nada sirve tener a los músicos si no tienes a quien orqueste convencido de quedarse.

El Barcelona lo tiene claro: tantea a Joan Plaza y la cantidad para liberarle es simbólica para un club como el azulgrana. La pelota está ahora en el tejado de Unicaja, que deberá decidir si quiere seguir haciendo las paces con sus abonados o quiere volver a dar pasos atrás rumbo a un sendero de escasas garantías. La piedra ya se conoce, pero tropezar de nuevo con ella es muy de humanos.