La sensación dura y fresca de dormir en el suelo en verano, aquel recuerdo de la infancia en Málaga. «Dimite el alcalde del PSOE en Vélez Rubio (Almería) para votar a uno del PA y la abstención de otro socialista da la alcaldía finalmente al PP», esa información de anteayer que da idea del ‘calorazo’ de nuestros días políticos. La preocupación de tu madre por tener el suelo limpio para que sus hijos consiguieran conciliar el sueño a pesar de aquellas noches en las que acosaba el terral irrespirable. La ocupación de los responsables de los partidos, sudorosos porque la peña no se les desmande a la hora de votar lo que se le ordena. El hoy y el ayer, la emoción y la información, en la misma página del periódico: cosas de julio…

Cudeca y La Cónsula

Anoche algunas buenas personas degustaron la excelencia del chef malagueño José Carlos García en una cena por Cudeca. La mayoría asistió a su restaurante en el Muelle Uno con fe en la profesionalidad solidaria de quienes tratan a los enfermos cuando vivir bien los días que quedan es más importante que vivir muchos días más. La estrella Michelin de ese samurai de la cocina malaguita que es José Carlos García tiene que ver con la herencia de su padre (artífice del recordado Café de París en el barrio de la Malagueta), con su madre, con el apoyo de su mujer, su equipo y, sobre todo, con la escuela de Hostelería de La Cónsula, de la que fue alumno como otros grandes cocineros. Y que tanto La Cónsula como La Fonda sigan siendo noticia de la impotencia de la Junta para arreglar su situación es para perder la fe, como informaba ayer Ignacio Castillo: «Los profesores de La Cónsula y La Fonda han perdido toda la fe tras tres años de incumplimientos seguidos de la Junta de Andalucía»…

Nuevo PP

Mucha fe han puesto, en cambio, los diseñadores del PP en su nuevo logotipo, ese círculo azul con las siglas del partido dentro. Ya tenemos dos redondeles en las papeletas de voto, el morado de Podemos y el nuevo círculo del PP, y ambos con la P como «P»rotagonista. Ya sólo queda que la P del PSOE se renueve también ubicando la rosa en una maceta redonda pintada con la bandera de España. La nueva imagen gráfica del PP encierra dentro del círculo a su popular gaviota popular (a los nuevos populares les gusta llamarla albatros). Antes el animal volaba libre por un cielo electoral mucho menos amenazado por Ciudadanos, que no empieza por P sino por la A de Albert.

Bigote versus barba

Pero la brillantez del diseño para remozar una imagen tan herida por la crisis y, sobre todo, por la corrupción como la de los populares, choca permanentemente con una realidad judicial que salpica de porquería y vulgaridad sus bonitos bordes azulados. Por ejemplo, esta semana Álvaro Pérez, llamado el Bigotes cuando era gerente de aquella empresa tan famosa, Orange Market, escuchaba en el juicio contra él y doce más por una pieza del caso Gürtel, con cara de afeitarse la boca para siempre, una conversación telefónica en la que él mismo se refería a Rajoy así: «Cuando dejé de trabajar con Aznar me dejó una temporada con Rajoy, que es un gilipollas y un mierda».

La ola melillera

El eco de las palabras grabadas de el Bigotes no arrollará a la remozada gaviota, o albatros, popular, como si fuera la ola del Melillero (el buque mercante que atraca en el puerto de Málaga proveniente de Melilla), pero su chusquera vulgaridad de mafia cateta no le hará ningún bien a su pretendida y regenerada modernidad. Seguirá salpicándola como la ola que produce el Melillero habitualmente al aproximarse a puerto demasiado cerca de las playas malagueñas. Una ola que se salió de madre el lunes al mediodía cuando el nuevo buque rápido de Transmediterránea produjo más de un sobresalto justificado en los bañistas. La ola produjo los efectos de un pequeño tsunami en las playas malagueñas de la Misericordia y en Sacaba, y pilló por sorpresa a padres que vieron cómo volteaba a sus niños pequeños y a personas que no lograron evitar que arrastrara bolsos y enseres, carteras incluidas. Realismo mágico y mecánico en Málaga para contarlo (y para atar en corto a Transmediterránea a la hora de controlar la distancia y la velocidad de paso de sus buques en su aproximación a la costa malagueña).

Sonrisa de bebé

Me había propuesto no mencionar la palabra calor en ningún momento, harto de su utilización periodística como serpiente de verano. Pero estos días dan para entresacar informaciones más o menos tontas o de relleno, que ayudan además a sobrellevar las contradictorias explicaciones económicas de parte y parte sobre la crisis griega. He entresacado ésta: «Un recién nacido, que había sido dado por muerto en un hospital de Kenia conmocionó a toda su familia cuando, durante su funeral, fue encontrado despierto y sonriendo dentro del ataúd»… Porque hoy es sábado.