En septiembre vuelve la División de Honor Femenina (DHF), o lo que es lo mismo, la máxima competición del balonmano nacional femenino. Esta próxima temporada un rinconcito de Galicia tendrá claro sabor malagueño. A Guarda (Pontevedra) con su equipo, el Atlético Guardés, tercero la pasada temporada y que disputará competición europea el próximo curso, contará con dos malagueñas en su plantilla. La internacional Nuria Benzal que cumplirá su segunda campaña en el conjunto gallego, y Soledad López, una de las conocidas gemelas del Clínicas Rincón Málaga Costa del Sol.

Sangre malagueña en pleno pulmón de Galicia. Y es que la propuesta del Atlético Guardés es de esas irrechazables. Para los profanos en el mundo del balonmano, es como si un Atlético de Madrid, Valencia o Villarreal, pega a las puertas de un jugador del Málaga CF. En el Guardés tanto Nuria como Sole podrán competir por la liga, además de pasear con orgullo el nombre de Málaga por Europa. Estoy convencido que para Sole no habrá sido fácil dar el paso que ha dado, jugadora de raza y muy malaguista, adora su casa y el que hasta este pasado fin de semana era su club, el Clínicas Rincón Málaga Costa del Sol. Pero hay trenes que uno debe coger, aun sin saber si te vas a bajar en la siguiente parada.

En A Guarda tendrá la oportunidad de seguir aprendiendo y evolucionando a nivel deportivo. Compartirá puesto con toda una Guerrera de Dueñas (seleccionador nacional femenino) Naiara Egozkue. La internacional absoluta será una excelente anfitriona, un espejo en el que Sole podrá mirarse en cada entrenamiento, en cada partido, en cada acción de juego. El Clínicas Rincón Málaga Costa del Sol pierde a una de sus malagueñas mas queridas, de esas de recorrido dentro del club y por las que se apostó desde siempre. Pero, ¿se puede cortar las alas a quién quiere medir su techo y potencial? Aún en el hipotético caso de que el club malagueño hubiese podido hacer un esfuerzo por retenerla, ¿sería un esfuerzo coherente? A mi juicio, no. Aún mejorando las condiciones, la mejor opción para una jugadora joven y que tiene tanto por explotar, es la de salir, experimentar y crecer. Málaga siempre estará para recibirla si algún día decide volver. Si bien es cierto que en el balonmano, la historia cambia con respecto a otros deportes, jugadoras jóvenes con oportunidad de salir a mejores equipos no lo hacen por motivos de estudios, familiares y en ocasiones sentimentales. Las ganancias en el balonmano no permiten «emanciparse» de tu club de toda la vida tan alegremente.

Málaga tendrá este año dos representantes de lujo en un pequeño pueblo de Pontevedra, dos boqueronas que quieren hacer del pulpo gallego, un pulpo un poquito mas malagueño y sureño. Desde aquí solo puedo desear suerte a ambas, en especial a Sole, jugadora de la que he tenido el privilegio y gusto de disfrutar sobre la pista. Ahora tocará seguir disfrutando de ella en la lejanía y sufrirla cuando el Clínicas Rincón se mida al poderoso Guardés. Mucha suerte Sole, brilla con luz propia y deja el pabellón boquerón bien alto.