Coincidieron en la ciudad ayer la vicepresidenta del Gobierno de Rajoy, Soraya Sáenz de Santamaría y la exvicepresidenta del Gobierno Teresa Fernández de la Vega, que lo fue con Zapatero. El presidente de la Diputación de Málaga, Elías Bendodo, demuestra su poder y ascendencia en el partido ´secuestrando´ a la mujer más poderosa de la península ibérica durante toda una mañana para que asista al pleno de investidura.

La de Málaga es la Diputación más importante de todas las que los populares gobiernan en España. Fernández de la Vega vino a dar una charla en el marco de unos cursos de verano. Los exvicepresidentes o exministros siempre son muy socorridos para los cursos de verano: amortizan el vestuario estival saliendo con él en las fotos y dicen las mismas cosas serias o tontas de siempre pero trufadas con alguna confesión o concesión a lo políticamente no correcto que queda muy bien en los titulares de los delgados diarios veraniegos. De la Vega y Santamaría coinciden en la formación jurídica y en haber sido elegidas para el cargo de vice por sus respectivos jefes no por su carrera orgánica y partidista; más bien por dar un golpe de efecto. En ambos casos, el golpe de efecto se encuentra requetebién en el Consejo de Ministros, van ganando peso político y les pasa lo mismo: suenan para candidatas de la alcaldía de Madrid. No lo son. Suenan para candidatas a presidentas. No lo son. Luego les llega un curso de verano. Bueno, no aún a Soraya, que lo que le llega es inaugurar un curso político en una Diputación de provincias. Las diputaciones son como los toros, que albergan en sí también a los no partidarios. Así como los anti taurinos son parte esencial de la fiesta, dicen los aficionados, los contrarios a que la Diputación exista son muy dados a ser diputados provinciales. También en el pleno de ayer, queremos decir, hubo quien más o menos filosóficamente se preguntó el por qué y el para qué de la institución provincial. De ahí a ir por los pasillos inquiriendo sobre quiénes somos, dónde vamos y de dónde venimos va un paso. Tal vez por eso se llame salón de los pasos perdidos el que hay junto al pleno.

De la Vega dijo en Málaga que «con la crisis económica se ha abierto la brecha de la desigualdad de las mujeres y se ha dado marcha atrás en muchas de las conquistas sociales». Lleva toda la razón, pero hay que anotar que De la Vega, no por estas pero sí por otras obviedades que dijo ayer, también demuestra que la igualdad entre hombres y mujeres para venir a un curso de verano a veranear ha avanzado mucho. Sáenz de Santamaría por su parte se reservó algún anuncio relacionado con las infraestructuras para que su visita tuviera más contenido aún. Pocas cosas hay que a un periódico local se la ponga más dura, la página, que un prócer nacional venga al territorio a anunciar una carretera. Trenes ya tenemos. Y aeropuerto, pero en carreteras no es alquitrán todo lo que reluce. Y así nos va, que hay sitios donde mejor no vas, dado que la carretera es mala o colapsada. Con el alivio de la crisis han vuelto los atascos. En Málaga hemos tenido un pequeño atasco de vicepresidentas y ex, de gira en el territorio.