El PP, émulo de Podemos

Naturalmente, el PP se muestra implacable a la hora de criticar y castigar despiadadamente la ideología populista de Podemos y la radicalidad de sus planteamientos con Pablo Iglesias a la cabeza. Lo que no quita que los artífices de imagen con el ínclito Moragas a la cabeza, de cara a las trascendentales elecciones que se avecinan, no consideren una necedad inspirarse en el logo de la formación emergente para captar la atención de sus posibles simpatizantes. Aparte de que sea una gaviota o charrán el ave que campea en el círculo con nítido color azul, lo que no se ha dudado es en enmarcarla en un círculo cuyo trazado sigue muy cerca el que distingue a los de Podemos.

Unos, los de la Izquierda más radical, abominaron de lo que despectivamente tildaron como «casta» política, pero que una vez que alcanzaron el poder en no pocos ayuntamientos y comunidades autónomas, no dudaron en abrazar esa condición haciendo caso omiso a sus destempladas proclamas en su contra, casi siempre dirigidas al partido que lidera Mariano Rajoy. Los peperos por su parte, hacen de su capa un sayo, y además de copiar el distintivo de sus adversarios políticos más recalcitrantes hacen suya y esgrimen promesa tras promesa - que es lo que las huestes de Podemos hicieron cuando aún no pisaban moqueta-, algunas de difícil cuando no imposible cumplimiento.

José BecerraMálaga

Independencia de Cataluña

Artur Mas y sus socios vuelven a la carga, quieren utilizar las elecciones en Cataluña en un plebiscito para la independencia de España. Las ansías independentistas están suponiendo un enorme derroche de dinero público. Esta batalla no tendrá una rápida y buena solución hasta que los principales partidos españoles no lleguen a unir sus fuerzas, y si es preciso, modificar la Constitución, para que quede claro la unidad e indisolubilidad de España. Es impensable que este espectáculo independentista ocurra en otros países. Rajoy se ha manifestado de manera rotunda: «No va a haber independencia de Cataluña», a pesar de que sus deseos no serán suficientes para que esto no ocurra; en la actualidad, ya ocurre con otra de sus declaraciones: «El Estado está preparado para hacer cumplir la ley», porque no sería la primera ley que deje de cumplirse en ese territorio.

Plácido Cabrera IbáñezMálaga