GRECIA: CIGARRAS RICAS Y HORMIGAS POBRES

Hoy en Grecia hay tantas cigarras y hormigas que nos están mareando la perdiz, (vaya€ cuántos animales en una sola frase). Cigarras que se han pulido todo lo que llega a sus manos. Ricas cigarras que piden a Europa que avale a su país, cuando ni ellos mismos se fían y ponen sus millones a buen recaudo fuera de sus fronteras. Grecia se tiene que poner las pilas ya: debe recaudar los mismos impuestos como pagamos todos los demás europeos. Debe gravar a las grandes fortunas y penalizar a los miles de evasores. Pero no seamos ingenuos: todo el mundo sabe que la crisis griega es una cuestión puramente política; si Syriza fuese un partido de derechas, Merkel le hubiese puesto el dinero sobre la mesa de inmediato. La crisis griega es mucho más importante de lo que parece, es un «aviso a navegantes» para las próximas elecciones en cada país de la zona euro: ¿quieres pedir dinero? Vota a la derecha que los lobbys te prestarán la pasta. Tsipras ha jugado al póker hasta que le han pillado el farol: ¿Qué si no me dais el dinero para el rescate salgo de la Unión Europea? Pues vete. Fin de la partida. Y ahora a tragar con las leoninas medidas que le van a imponer los «prestamistas», además de intentar acallar las voces discordantes en su propio partido.

Lo sé, este mundo es injusto: en las guerras sólo muere el pobre desgraciado; en las crisis el corralito lo sufre la hormiga mientras las cigarras brindan con Dom Pérignon. ¿Que sale un movimiento popular? Lo tachan de radical. ¿Que rescatan Bankia con el dinero de todos y al poco tiempo ya dan dividendos a sus accionistas? ¿Que aquí todos se van de rositas? El cuento de la cigarra y la hormiga es una fábula, la realidad es bien distinta.

Rafa Zamora SanchoMálaga