«Aunque no se teme por su vida» dice la noticia. No se debe verter bilis sobre un periódico, pero las expresiones hechas a veces convendría deshacerlas para que la información palpite en la mirada ajena, y no sólo se pasee por ella como si los periódicos ya sólo fueran un soporte publicitario. El tipo que ha matado a sus hijas de cuatro y nueve años en Pontevedra, en vez de entregárselas a su madre, no merece que se tema por su vida. Tendrá todos los derechos que la ley le otorgue, pero el de que quienes le atienden profesionalmente de sus autolesiones teman por su vida. Lástima que haya sabido matar mejor a las niñas que a sí mismo.

Cecil

Y lástima que se hable más del león Cecil que de esas pobres crías… Zimbabue ha pedido la extradición del dentista de Minneapolis que ha matado a su león estrella (un norteamericano y no un español como se publicó). Da asco esa necesidad de matar del cazador moderno, tan sin literatura alguna. Pero la hipocresía y el estrambote siempre se asoman detrás de estas noticias que provocan reacciones mundiales. Hay un lucrativo negocio en esa patología humana de colgar cabezas ajenas en el salón -o en el baño, como tenía Roca alguna, el hacedor del gilismo a quien la revisión del caso Malaya por el Supremo ha aumentado la pena, por cierto-.

Álora y Barcelona

No sé si es oportuno recordar la cacería del elefante que costó la corona a su majestad Don Juan Carlos, asunto por el que ni más ni menos que pidió perdón Real. No creo, por tanto, que ante tan enorme e histórica disculpa no sea absolutamente extemporáneo retirar su busto del Ayuntamiento de Barcelona, como ha hecho Ada Colau (y que ahora le ha pedido el alcalde de Álora, el busto del Rey para el Caminito del Rey). Eso es caza menor, alcaldesa, y algunos creímos que estaba usted hecha para la caza del tiranousario actual, mucho más depredador y poderoso, y no precisamente del rex.

Periodistas y políticos

Es una de esas cosas de nuestro tiempo que algunos consideramos menos nuestro, no sólo por la edad. Como lo es que Rajoy presente los Presupuestos Generales del Estado como quien da una rueda de prensa de verdad, fuera del plasma y casi a tumba abierta frente a los sepultureros de la prensa. Qué equivocados están los políticos con tener tan en cuenta a los periodistas, lo que les lleva a comprarles o a acosarles con el sectarismo de sus comisarios. Qué equivocados están los políticos con temer tanto a los periodistas. Quizá deberían temer un poco a los de raza, pero cada vez tienen menos por lo que temerles, debilitados, mal pagados y mal contratados o lanzados a la diáspora del búscate la vida por tu cuenta, móntate un blog o revienta.

Catalanarias

El presidente de las españas, o casi, ha dicho que «no habrá elecciones plebiscitarias catalanas como no hubo referéndum el 9N». Pero las elecciones serán al menos catalanarias, porque así se han larvado durante meses de irresponsabilidad institucional catalana, de partidismo de muchos y de inacción estatal. El proceso está tan en lo sentimental como en lo interesado, y envenenado ya. De hecho, que el presidente de España se niegue a aceptarlo no supone más que, en la dialéctica de este tipo de procesos reduccionistas en pleno XXI, la prueba lógica de que hay que independizarse de quien no nos deja ser libres (y más ricos, a todo esto, sin tener que aportar de lo nuestro a quienes cuelgan subvencionados del mapa, en habitual referencia al sur, en sentido literal y metafórico). Y si no hubo referéndum, por qué hay algún imputado por aquel simulacro… Difícil está y no será fácil arreglarlo.

Chepa electoral

No es agosto, que hoy cumple años, lo que ha llevado a Rajoy a dar la cara o a prometer el 25% de la paga extra a los funcionarios gracias al 3% en que se ha encaramado el PIB. Son las elecciones cercanas. Y es la presión de los partidos emergidos. Primero fue Podemos el que allanó el camino a coletazo limpio que obligó a los líderes tradicionales a retratarse. Y ahora Ciudadanos, que sigue su escalada por las vértebras sociológicas del PP, subiéndosele al partido aún en el Gobierno a la chepa electoral.

Noria del mar

No necesitarán subirse a la chepa de nadie para ver Málaga desde lo alto quienes la visiten pronto, porque mañana empezarán a demoler el antiguo edificio del Apostolado del mar (qué nombre tan bonito, evocador y portuario) para instalar durante ocho meses, en principio, la famosa noria viajera de 70 metros de altura. Viajera porque ya ha pasado por distintas posibles ubicaciones y por el noria sí y noria no, desde que a alguien se le ocurrió semejante oferta rompedora, panorámica de quienes de verdad somos a la hora de inventar estímulos para la ciudad. Pero al menos no ofrecemos la cabeza de ningún pato del parque, como la del león en Zimbabue… Porque hoy es sábado.