Estimado espectador de Homeland en Cuatro: me veo ante la tristísima tarea de informarte de que la dirección de la cadena boba de Mediaset ha decidido cancelar la emisión de esta serie. Sí, sí, ya sé que esto ocurre justo en mitad de una temporada, cuando ya se han ido tejiendo las tramas durante cinco capítulos y se van a ir resolviendo durante los próximos cinco. Sí, sí, ya sé que toda cadena de televisión contrae con sus espectadores el compromiso implícito de terminar de emitir las temporadas que empieza -¿se imaginan que una cadena de televisión interrumpiera la emisión de una película cuando falta media hora para su final porque en ese momento los programadores cambiaron de opinión? ¿No estamos ante algo parecido cuando hablamos de series?-. Sí, sí, ya sé que estamos hablando del late night, en donde las audiencias, por muy grandes que sean, son casi tan pequeñas como las pequeñas...

Debo decirte algo más. El hueco que ocupaba Homeland va a ser rellenado por una reemisión de Adán y Eva. Claro, si ves Homeland es probable que no sepas lo que es Adán y Eva y tengas la esperanza de estar ante una nueva serie de la HBO que relee el mito bíblico de la creación. No, nada de eso. Adán y Eva es una mierda de reality cuyo atractivo consiste en que la peña anda en pelotas por una isla paradisiaca buscando el amor. Estás avisado: si pones Cuatro el próximo día esperando encontrarte a Carrie y a Saul infiltrándose en los cuerpos de seguridad afganos, lo que te vas a encontrar es a un nota llamado Coman con la chorra al aire rodeado de mujeres también en bolas. Carrie debe decidir si pone en peligro el operativo de la CIA por salvar a Saul. Coman debe decidir si le hace la caidita a Esther o a Ana. No es lo mismo. Pero parece ser que a la audiencia de Cuatro le interesa más lo segundo que lo primero.

No está hecho Homeland para la boca de Cuatro. Es un error echar perlas a los cerdos y series de calidad a las cadenas generalistas de Mediaset, estimado espectador.