Resisto como puedo el calor y el sudor. Por fin me he decidido por más ventiladores. En todas las tiendas de Fuengirola están agotados. Pregunté en siete. El vecino del chalet de al lado ayer se ha rendido y ha montado aire acondicionado.

Miro en la calle las caras sabias y doloridas de los viejos , los más míos, a quienes se les ve bocas cerradas y rasgos resignados. ¿Qué pueden hacer ellos además de transpirar?

Pues bastante justo ahora que estamos a cuatro meses de la cumbre climática más importante de la década, Porque nuestros líderes podrían acordar en Paris un revolucionario objetivo que acabe con los combustibles fósiles de una vez por todas.

Sin ninguna exageración. La cumbre más decisiva. Debe frenar a este

calentamiento que ya hace llorar a expertos desesperados precisamente porque ellos entienden y saben cuan revolucionario es el esfuerzo necesario.

Podemos apuntarnos a la Marcha Mundial Ciudadana por el Clima del 29 de noviembre.