Hace ya un tiempo que América Latina se presta para que cada ´observador´ presente la realidad a su manera. Basta con elegir por cuál punta tirar del ovillo. Y viendo cuál ha sido la elección ya podemos anticipar el ´veredicto´. Si se comienza con Venezuela ya sabemos que se va buscando el balance negativo, siempre que el fenómeno se vea con la óptica de una ´democracia liberal´, con urnas, elecciones, inspectores internacionales, etc. Ya se nos dirá que ´no hay otra´ democracia que esa pero en realidad hoy en día todas las democracias están entre paréntesis. La imagen ya antigua de unos partidos políticos incorruptos, de una justicia en la que la gente se podía fiar €.esa imagen, si es que alguna vez reflejó la realidad, ha pasado a la historia. Con la ayuda del ´coco´ del terrorismo internacional y con la ayuda del propio terrorismo internacional, que en ocasiones parece una pantomima de sí mismo (salvajes degüellos, ensañamientos con niños, etc.)€ la ´democracia´ del viejo paradigma ha resultado abusada por su propia ´familia´. Hoy, la democracia es una chavalilla, casi una niña, manoseada cuando no violada por sus supuestos protectores.

En las propias ´democracias madre´, las de Europa, las leyes se han hecho laxas en la defensa de la gente y la lucha contra la corrupción y rígidas cuando invaden el terreno de los derechos humanos, particularmente con los inmigrantes. Resulta trágico ver a los ´demócratas´ señalar con muecas de susto a la ´ultraderecha´ y advertirnos que son muy peligrosos porque traen el racismo en sus alforjas, y después ejecutar ellos mismos las políticas racistas y xenófobas que adjudican a los más ´radicales´.

Desde esas democracias en retroceso (cuando no ya francamente contaminadas) no es fácil impugnar a los sucesores de Chávez. ¿rRepresión? Cualquier democracia con solera puede exhibir sus propias víctimas de la represión o de la delincuencia organizada y protegida€ los derechos humanos son puestos en duda cada día en los sitios más inesperados.

Si lo que se quiere es analizar a Latinoamérica con otra predisposición, el ´observador´ arrancará por México. Ahí encontrará el asesinato como norma y la ´ley del narco´ por encima de todas las instituciones, dibujando el típico ´Estado fallido´: que solo existe ´en los papeles´ Apenas se quiera seguir avanzando se tropezará con casos más difíciles de clasificar. Los experimentos que hace unos pocos años eran prometedores no se mantienen todos en pie. Allí están Ecuador, o Bolivia, que dan algún trigo (no tanto como el que anunciaban) pero también vemos, tambaleándose, a la Argentina de los Kirchner, con un ´heredero´ que no es tal, y con una presidenta que logra irse sin perder su fuerte liderazgo, pero que no consigue borrar las huellas de sus incoherencias, ni poner vallas al gigantesco poder de la soja.

La corrupción ha salpicado al reino de Cristina K y ha caído como una lápida sobre el régimen de Dilma Yousseff en Brasil.. Tanto Dilma como Cristina fueron desbordadas por aliados poco fiables y por entusiasmos exagerados respecto a sus ´progresos económicos´, monitoriados desde los grandes centros de poder.

Y es ahí donde pinchamos en hueso. Porque Latinoamérica sigue en manos de los mercaderes que suben y bajan precios, elevan y derriban economías de países teóricamente autónomos. Quienes hemos visto maniobrar a los mercados hace 60 años o más, jugando con los precios de productos industriales y con los de las materias primas (trigo, carne, maíz, cuero, cacao, azúcar., etc.) sabemos que ese maquiavélico balancín nos sube y baja a su antojo. Cada pequeño paso que se da hay que esperar el ´guadañazo´ de réplica. Así pasa ahora con el petróleo, repentinamente a la baja, al parecer sin retorno (casualmente cuando castiga sobre todo a Rusia, Irán y Venezuela/Cuba) o con la propia soja.

Todos estos tejemanejes seguirán siendo los que ´ordenarán´ el mundo siguiendo los dictados del mercado y del Imperio. No falta mucho para el gran intento de ´armonización´, el tratado de libre comercio entre Estados Unidos y Europa (TTIP). En lo estrictamente político, todo está en orden; como diría García Lorca, traducido al siglo XXI: «ayer/pasó lo de siempre/murieron 4 iraquíes (romanos) y 5 sirios (cartagineses)».

Porque, a todo esto,€ ¿dónde está el guapo que se plante delante para recordarnos que seguimos avanzando hacia el vacío o hacia un gran agujero negro? Al final de esta carrera no nos espera ningún premio, ni siquiera un podio. Quizás, pero solo quizás, nos encontremos los atrasados con los adelantados y a los que llegamos últimos al mogollón nos puede entrar la risa floja. Pero no tendrá ninguna gracia.