Ante el curso escolar

Me decía una madre en la entrevista de tutoría de su hija de catorce años: Mire, a mí las Matemáticas me preocupan hasta cierto punto, Yo venía a preguntarle si es educada con los profesores y no maltrata a sus compañeros. Lo que me interesa es que sea «buena gente». A muchos padres con los que comento de sus hijos, mayorcitos, qué curso estudian o en qué trabajan, al final les digo: ¿pero son «buena gente»? Sí, es noble, es muy sincera, ayuda en casa, Se preocupa de los hermanos… Los matrimonios tienen que plantearse qué quieren conseguir de sus hijos este próximo curso; para ello es necesario pensarlo y acordarlo: luego será necesario dedicarles tiempo, escucharles en sus cosas, mostrarles confianza, creerles en lo que nos digan, aunque alguna vez nos engañen. Hablarles -en su momento- del principio de la vida -; del trabajo -para ellos el estudio- como servicio a los demás y el bien de la sociedad. Y contar con los tutores -que junto con los profesores seguro que quieren a sus alumnos- para que haya colaboración entre familia y escuela y que ésta sea eficaz y fructífera.

José Luis Mota Garay. Málaga