El Real Madrid se ha convertido en tal caos que paga tanto a propios como extraños. Las estrambóticas movidas que ha protagonizado con los porteros supone que no sólo perciben dinero del club blanco Keylor Navas y Kiko Casilla sino también De Gea y Casillas.

Lo de Keylor Navas y Casilla cae de cajón puesto que al fin y al cabo son «de los nuestros», juegan para el Madrid, pero lo del portero del Oporto y el del Manchester United es la perfecta representación de que el club blanco está lejos de ser un buen modelo de gestión.

Casillas recibe parte de su sueldo del Madrid. Es el peaje que tiene que pagar, nunca mejor dicho, el club blanco por deshacerse de él. Después de que la situación entre el club, la afición y el portero se hubiese enturbiado tanto que no había más salida que la marcha del jugador, el Madrid tuvo que hacer frente a buena parte de su salario porque Casillas dijo que ya que tenía que irse que no le saliese gratis al club.

El portero madrileño hizo valer la fortaleza de su posición, era al Madrid al que le urgía que se fuese, tanto que estuvo a punto de frustrarse la operación de traspaso al Oporto porque no estaba dispuesto a perdonar ni un euro.

El equipo blanco libró en ese caso el ridículo, poniendo todo lo que hacía falta, pero no salió indemne de su segundo culebrón del verano en lo que a porteros se refiere. El club blanco puede escudarse lo que quiera en el Manchester United, y seguro que con alguna razón, porque cuanto más se sabe del funcionamiento de los clubes más al descubierto queda cómo son de aficionadillos quienes los rigen en general, pese a la relevancia de los presupuestos que manejan, pero de ninguna manera puede quedar exento de responsabilidad en la chapuza que supuso el frustrado fichaje de De Gea.

El portero también cobrará sus buenos dineros del Madrid, en concepto de indemnización, pues así se había pactado en caso de que al final no recalase en el club blanco.

Total: que el Real Madrid paga a dos porteros que encima pueden ser rivales y armársela porque condiciones tienen para ello. No sería la primera vez que el club merengue además fuese víctima de un futbolista que salió por la puerta de atrás del club; sin ir más allá, la temporada pasada, Álvaro Morata fue decisivo en la eliminación del Madrid en las semifinales de la Liga de Campeones. Lo dicho, bonita forma de llevar un club, bonita forma de cargárselo.