Ambadurnados con brea y emplumados y paseados en burro por las calles y plazas de Castilla -del resto de la geografía no respondo-, así habría que proceder con quienes nos han llevado en las últimas décadas a esta situación en Cataluña con su buenismo y buen rollito con los nacionalistas. Por eso, va a tener trabajo Santana de Yepes, a quien Rajoy ha fichado como su fotógrafo de campaña. Ya trabajó con Juanma Moreno y Elías Bendodo, y miren ustedes. En esto, me escribe Luis Carmona, al que cité en esta columna a finales de agosto a propósito de su traumático despido de CCOO, y me dice que aquella crónica «hizo temblar a la ejecutiva de la U.P. Málaga y posiblemente a otras», de ahí que al día siguiente todos los secretarios generales de las provincias andaluzas se reunieran en Sevilla -calle Trajano, 1- para debatir la situación. Los trabajadores continúan su presión contra un sindicato de trabajadores, paradojas de la vida. Aquí, en el mundo sindical, no han aparecido los podemonios, posiblemente porque no hay nada que rascar, los sindicatos están más escuálidos que una sardina, con los cursos de formación estaban inflados como ballenas y ahora€ Necesitan una revolución, pero dentro. En fin.

Otros hacen otras cosas, como los mismos podemonios e IU, que avalaron el veto al cantante judío Matisyahu en el festival de Rototom Sunplash, en Benicásim. Se dieron un chute de antisemitismo, ¡guay! Le pedían que censurara a Israel, como el Santo Oficio quería que confesaran los herejes y las brujas.

Otro que militó en IU fue Juan Sánchez, exalcalde de Casares. El fiscal le pide 18 años de cárcel por corrupción, por autorizar ilegalmente la urbanización Majestic. Fue detenido en una operación de la Guardia Civil dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Estepona y coordinada por el fiscal anticorrupción de Marbella, Carlos Yáñez, sobre un grupo supuestamente criminal que invertía capitales del exterior en el sector inmobiliario de la Costa; los responsables en España eran Robert Gaspar, que se encuentra en rebeldía, y Robert Mani. Quienes hubiera detrás es mejor no saberlo.

Por cierto, y hablando de otra cosa, les explico cómo sobornaban hace años a un político de la Costa. El enviado de la empresa en cuestión tomaba una copa con él (ron con cola) y le dejaba olvidada una revista en la mesa, en su interior había un sobre, cash. El político, café solo. Después iba al servicio con la revista y salía con ella, el dinero ya estaba pegado a su cuerpo sudoroso. Y conducía hasta su casa y besaba a su mujer y levantaba al hijo en volandas y decía «hoy vamos a cenar todos en un restaurante que os va a gustar». La mujer le preguntaba bajito, «¿cómo ha ido todo?», él contestaba «bien, bien» y ella sonreía y le quería todavía más.

De la Costa a Ronda. Ernest Hemingway me interesa menos pero Orson Wells muchísimo, y la ciudad del Tajo los perpetúa con acierto con sendos monumentos. Eran amigos del maestro Antonio Ordoñez. Visitaban El Recreo de San Cayetano, allí hay un pozo con las cenizas del director de Ciudadano Kane. No obstante, Hemingway dijo aquello de «los que han conocido el amor y el amor se aleja de ellos llevan una huella de muerte». Escuché la frase en una película inencontrable, Las costureras, en la antigua Filmoteca Nacional, en Príncipe Pío.

Me apresuro a subir a un taxi dirección PTA, en Posadas de España doy una charlita a los miembros del Club de Empresas Euronova. Saludo a Álvaro Simón y a Antonio Gómez Guillamón, regresado a la patria después de dos años de estancia en GB. Por cierto, Juan Cassá, te has pasado, el Parque no es ninguna chapuza, hay 600 empresas, más de 16.000 trabajadores, su contribución al PIB provincial es superior al 6 por ciento, infórmate, mira que te quiero, pero no me dejas, primero disparas y después preguntas, hombre, eso no. Te dedico estos versos de Alexandr Pushkin, liberal y reformista, que murió de un balazo en duelo de amor:

Yo te amé y el amor aún, quién sabe,

no se extinguió en mi alma por entero.

Pero no dejes que te turbe más,

yo darte pena con mi amor no quiero.

Yo te amé sin palabras ni esperanzas,

torturado de celos y temor;

yo te amé verdadera y tiernamente.

Quiera Dios que otros te amen como yo.

cima@cimamalaga.com