Procesos electorales, por Plácido Cabrera Ibáñez

Pocos procesos electorales en España han acaparado más atención que el que se celebrará próximamente en Cataluña. El coste que está suponiendo el proceso independentista es enorme. Esta inestabilidad política tiene una influencia directa en la economía. En las últimas semanas, las inversiones extranjeras en España han disminuido en más de veinte mil millones de euros; el dinero que necesita España para financiarse es más cargo. Lo malo de todo esto es que ese dinero público lo estamos pagando entre todos los españoles. Sabemos que este asunto no tiene encaje en la actual Constitución Española. Sin embargo, el Estado de la Nación sigue tratando a Cataluña con una enorme desigualdad en recursos, inversiones e infraestructuras, respecto a otras regiones españolas. Esta actitud no favorece que otras regiones quieran mañana independizarse, porque van a ser mejor tratadas en ayudas y recursos que aquellas otras, que no tienen interés alguno por la independencia. Este proceso es uno más de la falta de competencia y unidad de nuestros políticos. Hace años que deberían haberlo arreglado y solucionado para que no hubiese lugar a dudas e interpretaciones.