Hace varios días saltó a primera línea de noticias el nombre de una tal Paula Palomares, una jugadora de baloncesto que se disputará hoy mismo el concurso de triples de la Supercopa Endesa ante muchos de los jugadores del momento como Dani Díez, Jaycee Carroll o Álex Abrines. Para muchísimos amantes del baloncesto el nombre de esta jugadora ha pasado de puntillas, o quizá lo que más les ha llamado la atención cuando fueron saliendo datos sobre ella es que es la pareja del exjugador del Real Madrid o CAI Zaragoza, Lucas Victoriano.

Para los que seguimos el baloncesto femenino desde hace muchísimos años, Paula Palomares no es un nombre cualquiera. Tampoco lo eran en su día el de Nieves Anula o Sandra Gallego. Es el nombre de alguien que ha sido una auténtica referente en el basket de nuestro país y una clásica de la Liga Femenina durante muchos años. Paula Palomares es alguien que se formó en el Ramiro de Maetzu con la camiseta del Estudiantes -ha jugado en todas sus categorías- y que posteriormente defendió los colores de clubes tan emblemáticos como el Real Canoe o el Mann Filter Zaragoza. Este último club pudo disfrutar de ella durante cinco grandes temporadas, donde «Palomekix» creció no solo como jugadora, sino como persona. Qué clásicos esos partidos de amarillo y verde con el 8 a la espalda y haciendo de las suyas en las pistas más importantes del país como el Würzburg, la Fonteta o el Cerro del Telégrafo.

Aún recuerdo cuando durante mi etapa como redactor-jefe en «Encancha.com» en su sección femenina pude entablar una buena amistad con ella. No había semana en la que no le daba la «paliza» comentando la jornada de Liga Femenina o enviándole preguntas acerca de la Copa de la Reina o de los partidos de la selección española. Paula siempre estaba ahí, y es algo que siempre recordaré porque dejaba bien claro que ser una jugadora más que destacada en una competición tan potente como era la nuestra en su época no estaba reñido con ser alguien accesible a todos los niveles. Dispuesta siempre a colaborar y siempre con unas ganas locas de expandir el basket femenino por todos los rincones de este país.

De todos mis años liderando aquella web, que hoy sigue siendo una referencia nacional, recuerdo especialmente una charla nocturna cuando decidió abandonar Zaragoza para enrolarse en el recién ascendido Obenasa Navarra. Ahí conocí realmente a la Paula persona, que dejó de lado su faceta como jugadora para abrirse de una manera impresionante a la realidad. En aquella entrevista me reconocía lo difícil que era para ella abandonar la capital maña donde lo tenía todo, pero que tenía que hacerlo porque no tenía sitio en el equipo. Algo sorprendente después de tantos años siendo una líder y siendo de las más queridas de la afición. Pero es lo que tiene el deporte, poca memoria tiene. Por lo menos ella tuvo la oportunidad de demostrar que sus prioridades en esta vida estaban por encima de cualquier cosa y se lanzó a ser feliz. Y aquí la tenemos hoy.

Hoy su nombre se codea con las estrellas de la Liga Endesa gracias a su 44% en triples durante la pasada temporada en las filas del CB Alcobendas, equipo de Liga Femenina 2 y que hoy en día disfruta de sus exhibiciones tras una temporada en blanco para cumplir uno de sus sueños: ser mamá. No es nada fácil volver a vestirte de corto tras esta experiencia y ella es una de las muchas mujeres que lo han conseguido. Tras su vuelta, 71 triples anotados con una media de más de tres por encuentro y escribiendo una página más en la historia de este deporte. Sus números son de récord, porque que anotó más triples que nadie en nuestro país.

Permítanme que cuando Paula salga a la pista esta tarde para situarse en el cielo del baloncesto nacional me emocione y salte con cada triple que anote, porque este momento lo vamos a disfrutar con ella todos los que la conocemos y todos los que hemos comprendido que hay que luchar por este deporte, a pesar de que el básket femenino en España está en plena decadencia para muchos y abandonado de la mano de Dios.