Queridos papá y mamá: Durante toda vuestra vida habéis trabajado para salir adelante y labraros un porvenir, formar una familia y gozar ahora de las comodidades que os habéis ganado, ya jubilados. Durante toda nuestra vida, la de mi hermano y la mía, os habéis desvivido por darnos todo lo que nos hacía falta. Nos habéis educado con vuestro ejemplo en la igualdad y en el respeto hacia los demás. Nos enseñasteis desde pequeños a ser agradecidos, tolerantes y abiertos. A tener amplitud de miras. Nos disteis todo vuestro amor y, a pesar de los pesares, hemos sido felices. Mucho. Son los mismos valores que ahora yo intento transmitir a mi hija, nuestra niña y vuestra nieta, en una sociedad que ha cambiado mucho. Hace tiempo que vuestros hijos abandonaron el nido y como abuelos responsables habéis seguido tirando del carro cuando las cosas vienen mal dadas. Ojalá pueda yo hacer por nuestra hija una cuarta parte de lo que vosotros hacéis por nosotros. Os quiero dejar este testamento anticipado. Sí. Yo a vosotros. Para deciros que os quiero mucho. Que mi deuda con vosotros es infinita. Que os doy las gracias por todo. Que Dios quiera nos quede muchísimo tiempo juntos y que veáis a vuestra nieta, y a los que puedan venir, crecer con salud y alegría. Que los achaques de la edad se queden solo en eso, que ya por bastante hemos pasado. Y os pido por favor que disfrutéis de todo lo que es vuestro y en justicia os pertenece. Que viajéis. Que cenéis en los mejores restaurantes. Que desayunéis mirando al mar...

Cada vez son más las personas que se ven obligadas a renunciar a su legado por no poder hacer frente a los gastos que hay que sufragar con el fisco. Paso, irremediable, para que el patrimonio pase de padres a hijos. En 2014, unos 1.060 malagueños no pudieron formalizar su herencia. Desde el año 2009, las renuncias se han elevado en la provincia en un 170%. Ni para heredar tengo...

Por eso os ruego que no me dejéis en herencia más que vuestra forma de ser, la que jalona mi personalidad y carácter. La que me hace ser quien soy. Y no me da la gana que lo que es vuestro y habéis conseguido durante toda una vida juntos, con dedicación y esfuerzo, sin deberle nunca nada a nadie, se lo quede la Junta de Andalucía en forma de impuestos.

El llamado impuesto sobre sucesiones y donaciones es aún más duro e injusto en Andalucía, cuyo Gobierno saca partido de la muerte, del dolor y del patrimonio ajeno. Así que aquí queda escrito. Que no quiero nada, que ya lo tengo todo porque todo lo que está en vuestra mano me lo habéis dado ya y nos lo seguís dando a diario.