Ya estaba tardando en llegar el primer vídeo-marketing electoral para la campaña de las generales. Desde que las pegadas de carteles pasaran a mejor vida, los vídeos se han convertido en el mejor pasatiempo para amenizar los cada vez más largos periodos preelectorales. El Partido Popular ha sido el primero en inaugurar la temporada y lo ha hecho por todo lo alto. El vídeo comienza con el sonido de una sirena, una buena señal para advertir de que las imágenes que el telespectador está a punto de ver no son aptas para todos los públicos. A excepción claro de los fans del partido que las patrocina. El escenario es una sala de urgencias y la acción se centra en una mujer que al principio se debate entre la vida y la muerte y que al final acaba saliendo del hospital por su propio pie. La enferma terminal de esta pseudopelícula mezcla de ficción y terror se llama España y se ha recuperado gracias al doctor Rajoy y al equipo médico que conforma el Consejo de Ministros. Unos «cirujanos» que dicen haber aplicado el tratamiento a la «enferma» con anestesia, obviando que los recortes de esta legislatura han entrado directamente vía intravenosa y sin posibilidad de que ni el enfermo ni los familiares manifestasen su consentimiento.

Definitivamente, la película del PP no se llevará ningún premio en los festivales cinematográficos, como tampoco ha obtenido el aplauso del colectivo sanitario, que se ha sentido aludido. La Alianza General de Pacientes ha considerado «descabellado y denunciable» que se utilice la imagen de uno de los sectores más castigados por los recortes como símbolo de la salida de la crisis.

Por supuesto, el vídeo ya ha tenido su contestación con otro en el que Podemos habla de la España de los recortes sanitarios y las cuentas en Suiza con una cara pintada con los colores de la bandera del país helvético. Lo dicho. El espectáculo acaba de comenzar. Pasen y vean.