El Gran Premio de Malasia, que se adjudicó ayer el piloto español Dani Pedrosa, dejó también una duda en el ambiente sobre la permisividad que parece tener el italiano Valentino Rossi y sobre la posibilidad real de que disfrute de cierta «patente de corso».

Por mucho que con sus declaraciones el campeón italiano justificase su acción con Marc Márquez, que acabó por los suelos y no pudo continuar, el desenlace y las circunstancias en las que se produjo el incidente lo hacen injustificable.

Si Valentino Rossi tenía ritmo para estar con Jorge Lorenzo no debería haber sido ningún problema que cuando le superó se hubiese marchado con él, pero no pudo y entró en una vorágine en la que no quería haber entrado nunca con el más peligroso de sus rivales, el que más se le parece, Marc Márquez.

Rossi dudó si Márquez dejó pasar a Jorge Lorenzo, pero éste lo aclaró fácilmente al apuntar en sus declaraciones que resulta muy complicado frenar y bloquear la rueda aposta para que otro rival te pueda pasar con facilidad con una MotoGP.

Después, una vez metido en el «fregado» con Márquez, surgen varias dudas, ya que si era más rápido que el español, ¿por qué no le superó y se marchó? Es obvio que en algunas zonas el italiano era más rápido y en otras lo era el español, pero incluso valorando todas estas circunstancias la reacción de Valentino Rossi, como explicó su compañero de equipo Jorge Lorenzo «es inaceptable».

Y, en realidad, la sanción es meramente testimonial, como apunta Marc Márquez en sus declaraciones, ya que la diferencia entre las MotoGP oficiales y el resto es tal que «aún saliendo el último en Valencia en tres o cuatro vueltas estará cuarto».

Una acción de este estilo le costó a Jorge Lorenzo en el año 2005 una exclusión por una carrera. Al checo Karel Hanika, que tiró al suelo al español Juanfran Guevara en la carrera de Moto3 en Jerez y le rompió una clavícula, pero mostró arrepentimiento, le sancionaron con cinco puntos.

Sin ir tan lejos, en los entrenamientos libres matinales Pol Espargaró y Héctor Barberá acabaron por los suelos al colarse el segundo, que recibió de inmediato tres puntos de penalización y salió el último a la carrera.

Cada momento ha tenido una sanción distinta y no le falta razón a Dani Pedrosa cuando asegura que «hay muchos grises» a la hora de imponer las sanciones.

Y lo que muchos pilotos de MotoGP se cuestionan es si en caso de haber sido otro piloto el que incurre en esa acción, en lugar de Valentino Rossi, se le habría impuesto la misma sanción.