Sr. Alcalde

Don Francisco, le aprecio como persona, y como alcalde, y sé que es usted, un político integro, a mí me consta, y aunque yo sea un ciudadano más, quizás sin importancia para los políticos, aún sigo teniendo el derecho a intentar botar a los que conocen nuestra ciudad de oídas.

Quiero entender que esas peregrinas ideas de sancionar a los puercos de dos patas que no recogen las defecaciones de los perros que les acompañan, vía ADN, no se le han ocurrido a usted, porque a quien propone semejante despilfarro sólo puede ser que nos toma a los ciudadanos por memos de baba; ésas «ideas» que pueden suponer un montante contra los ciudadanos con perros, de +/- 3,5 millones de euros, habida cuenta de que en Málaga se podrían contabilizar grosso modo unos 100.000 perros. Es decir, que muchos paguemos las porquerías de unos pocos, pocos que probablemente ni tienen identificados/vacunados, en regla a sus perros, así a pagar por falta de personal que detecten a todos «esos puercos», y enriquecer a los amiguetes con analíticas a 100 euros por caca.

Otra, quitar los coches de caballos, que no polucionan, que crean desempleo, y mata caballos, para poner coches clásicos, que sí polucionan, consumen mucha gasolina, y se da de patadas con la imagen de Málaga.

Pero ambas «ciudadanas» ideas peregrinas suponen, grosso modo, un gasto añadido, y sacar más dinero a los malagueños, o destruir trabajo y animales, o reitero, más polución.

En fin, Sr. alcalde, las ideas que beneficien a nuestra ciudad y ciudadanos, bienvenidas sean, pero esas otras tan peregrinas en las que se nota claramente que es otro sacaero, la verdad, resultan tristes.

Por último, parece que es odio a lo bien hecho, y ya le comuniqué en su día la presunta prevaricación de una de sus concejalas; es decir, entre los inútiles, y los ideólogos de chorradas, perdemos todos, pierde Vd., tristísimo.

Gustavo García-Valdecasas CanoMálaga