Los jóvenes dirigentes del PP malagueño y andaluz han fracasado en su intento de exterminar políticamente a Celia Villalobos. Una vez que la exalcaldesa de Málaga llegue al Congreso, poco importará que haya sido dos o uno. Allí estará. Como en el cuento de Monterroso. El número uno es el (magnífico) alcalde de Estepona, José María García Urbano. Que el PP alabe tanto que Urbano sea notario y, por tanto, alguien con oficio y beneficio ajeno buena parte de su vida a la política, les hace parecer como recitando el argumentario de Ciudadanos, no del PP. Pero Urbano, que quiere seguir siendo alcalde, parece por esto muy del PP. ´Un hombre, una pechá de cargos´ parece defender. A ver si de todo esto va a resultar que han desvestido un santo (Estepona) para ¿vestir? (el resultado es incierto) otro: el Congreso de los Diputados.

Rajoy ha debido pensar que la renovación bien puede ser a medias o a tragos o por territorios o la puntita nada más. Deja a Villalobos de dos, pero mete en Cádiz de uno el teofilazo, que está más pasado ya que los calcetines de rombos. Y además, de uno al Senado por Málaga va Ángeles Muñoz, lo que hace bueno el tópico popular de que el Senado no sirve nada más que para dar acomodo a acabados. Muñoz pudiera ser que no lo estuviera. Acabada. Pero su posición como opositora en Marbella se debilita. Parece que huye. O que necesita un sueldazo para hacer oposición en su pueblo. El inconveniente de no acabar, cuando se tiene a tiro, con un enemigo del tamaño y carácter de Celia Villalobos es que va a tomar venganza. Por ejemplo, diabólica paradoja, empujando en un futuro que Urbano sustituya a Elías Bendodo.

Bendodo por contra ya ha calculado cuanto tiene que masajear el ego de Urbano, no vaya a ser que se lo ponga de tal tamaño que el notario quiera registrar a su nombre todo el PP, todas sus corrientes incluidas. De otro lado, la trampa para osos en la que puede caer Urbano es notable y también ahí lo espera Celia: podría el PP darse el batacazo, dado que tanto Podemos como IU tienen posibilidades por Málaga, el PSOE podría mantenerse y nadie sabe calibrar cuál va a ser el ascenso, de qué calado, que experimente Ciudadanos en la provincia.

Los socialistas atacaron ayer duramente que Manuel Marmolejo sea incluido en las listas. Va de cinco. Marmolejo renace una y otra vez y muestra ser una pieza de primera magnitud en el organigrama del partido. Renovación en el uno y pare de contar.