Incomprensible, lamentable y de una indolencia que debería provocar que la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, intervenga con mano firme y cese a los irresponsables de la Consejería de Empleo que se están riendo de los alumnos y profesores de las escuelas de hostelería de La Cónsula y de La Fonda. Y lo hacen a carcajada limpia, sin ningún tipo de rubor, jugando con el pan de familias enteras que en el caso de los profesores de La Cónsula llevan seis meses sin recibir sus nóminas y ocho meses los de La Fonda. Es inaudito cómo esta indolencia, esta irresponsabilidad y una pésima gestión ha logrado cargarse todo el prestigio de estas dos escuelas reconocidas internacionalmente.

La última de la Consejería de Empleo (o desempleo) ha sido dejar fuera de la inclusión en el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) a las tres escuelas de hostelería de Málaga, es decir a La Cónsula, La Fonda y el CIOMijas. Las excusas la tendrán que explicar muy bien el consejero (malagueño para más vergüenza) José Sánchez Maldonado, y la viceconsejera Antonia Jesús Moro Cárdeno, incapaces de conducir este asunto. Sánchez Maldonado ha anunciado esta tarde en el Parlamento andaluz que el Servicio Andaluz de Empleo (SAE) ha firmado varias resoluciones para asumir "con carácter inmediato" los activos y el pasivo de aquellos consorcios escuela que ya han aprobado su liquidación y la cesión global a la Agencia, por el momento siete consorcios, unas resoluciones que está previsto que salgan publicadas en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) en los próximos días.

Entres estos consorcios no están ninguna de las escuelas malagueñas, pues el "pecado" que cometieron tanto La Cónsula como La Fonda en noviembre de 2014 fue que aprobaron disolverse pero no extinguirse para seguir funcionando en una nueva agencia que creó que la Consejería de Educación. Es decir, la voluntad de seguir funcionando pese a los impagos, la falta de proveedores.... ahora les impide integrarse en el SAE ya que al no extinguirse no pueden hacer una cesión global de activos y pasivos que ahora les exigen. Surrealista, cuanto menos.

Más allá del rollo burocrático, administrativo..., la gestión de este asunto confirma que la nueva consejería de Empleo es incapaz de buscar una solución para estas escuelas de Málaga que a duras penas abren todos los días. Y por eso resulta además hasta lesivo para la inteligencia del ser más torpe que usen palabrejas de políticos de quinta categoría para no pagar las nóminas que les deben a los trabajadores. La última gracieta de estos incompetentes fue decir que no "encuentran la herramienta financiera adecuada". ¡Madre mía, qué despropósito!

Después de tantas promesas incumplidas y mentiras uno no quiere ni pensar que exista una mano negra en esa consejería que se niega a solucionar un problema debido a que los profesores y los alumnos han dejado al descubierto su incompetencia.

El consejero malagueño Sánchez Maldonado debe reunirse de forma inmediata con los trabajadores y con los alumnos, dar la cara y explicar de forma clara y nítida la fecha en que se solucionara este grave problema. Si una Consejería entera es incapaz de gestionar este asunto, Susana Díaz no puede dejar en sus manos que solucionen la elevada tasa de paro que existe en Andalucía.