Mal trago para Celia Villalobos, apeada de la cabeza de lista por el PP en Málaga. Celia la becaria, la meritoria, irá de número dos. Ni su otrora valedor, Mariano Rajoy, ni Cospedal tuvieron la valentía de decirle a la cara que no iría de número 1 por Málaga, diputada por esta provincia desde hace 29 años. Fueron Bonilla y Bendodo quienes le comunicaron que le sustituiría el notario García Urbano, alcalde de Estepona. Ya antes, lenguas picaronas le habían soltado que a sus 66 años sería más útil para el partido buscar acomodo en el cementerio de elefantes ya que en el PP soplaban vientos renovadores (sic) y donde ella parecía un marmolillo del siglo pasado. Tener cinco legislaturas a la espalda y haberse comido el ciento y la madre de marrones de nada le han servido; ni tan siquiera que el aúlico Pedro Arriola, su marido, sea la almohada electoral de Mariano Rajoy.

A Celia le pusieron la cruz, primero Elías Bendodo y en segundo lugar, Moreno Bonilla. Mariano Rajoy prefiere a uno de su gremio, García Urbano (52 años), alcalde de Estepona, registrador, notario y abogado del Estado, con un currículo que sólo seis personas más lo tienen en España. Conociendo la visceralidad y fuerte carácter de Celia Villalobos, no entiendo como no le hizo un corte de manga a Bonilla y a Bendodo, les daba con la puerta en las narices y se labraba jubilación anticipada; pero no, genio y figura. Será la más veterana en el futuro Congreso.

Lo cierto es que Celia no casa con los jóvenes lobeznos que dominan las entrañas del PP, partido que en Andalucía ha tirado de exalcaldes, algunos con muchos trienios como Teófila Martínez (Cádiz) para evitar la debacle que las encuestas pronostican para la derecha andaluza, con una pérdida de hasta doce diputados. Hasta el histórico Javier Arenas ha tenido que ahuecar el ala y dejar que sea el bocazas de Rafael Hernando el que mantenga la cabeza de lista por Almería, a lo que aspiraba el todoterreno Arenas. Si el PP se hunde en Andalucía rodarán cabezas, la primera la de Moreno Bonilla. Al tiempo.

Donde no parece que haya vuelta atrás es entre los partidos que hicieron de Aznalcollar una batalla para hundir a Susana Díaz. Hubo una paliza mediática en los medios andaluces alineados en la derecha y asquerosa utilización por Maíllo (IU), por Teresa Rodríguez (Podemos) y por la santísima trinidad andaluza Bonilla-Bendodo-Loles López («Arriba España») (PP), con impresentables acusaciones de que sería la «primera macro causa de Susana Díaz». A lavarse la boca con oraldine, si bien creo necesitan de un poderoso desinfectante. Es de esperar, como bien dice el consejero Sánchez Maldonado, impecable en la gestión de la industria de futuro, la minería, que no se vayan de rositas, de forma gratuita y paguen, se supone que en las urnas, tanta falsedad porque esperar que se retracten y pidan perdón, entre a otras personas, a la directora de Minas que dimitió (y ahora de nuevo en su cargo), es una entelequia y tener una hombría política que escasea.

Pérez Royo busca un lugar al sol. Su aventura con Podemos nadie sabe hasta dónde llegará, aunque al ir de tres en las listas sevillanas por el partido morado (color de Semana Santa, de beaterio y republicano) le da nulas perspectivas de salir. (En Sevilla, si Podemos fuera la cuarta fuerza necesitaría de un 9,1% de votos para sacar un diputado). El dedazo de Pablo Iglesias empieza a ser ya preocupante, dando la espalda a los círculos y a la democracia directa. Ya se sabe que repartir pan y dar lecciones retóricas de democracia es fácil y en ello, tanto Iglesias como Errejón son avezados profesores. Ambos dos, con Bencansa de apoyo, han salido al mercado de invierno a ver a quienes fichan porque incluso las encuestas más favorables no les dan más del 14,55 del voto. Su último fichaje, una periodista del equipo de Iglesias para liderar al partido en Cádiz y que entre sus méritos destaca ser una «activista periodística». Y eso, ¿cómo se come?

Pero quien sí va a capitalizar las elecciones del 20D es el PP con Rajoy a la cabeza, de romería permanente después de cuatro años de plasma. Y será Cataluña quien monopolice las elecciones. A Mariano Rajoy le viene de perlas. El tiempo marcado por Arriola se cumple a rajatabla. Ni política, ni economía, ni paro, ni austeridad. Mucho menos corrupción y sueldos en B, con dribling a Hacienda. Nada de nada. El PP se agarra al clavo ardiendo de Cataluña para salvar los muebles. Sólo Cataluña y ser bastión de la unidad de España. En Génova calculan (Arriola, otra vez) que le puede dar entre cuatro y cinco puntos. En la media da las encuestas conocidas y trasladado a votos, el PP parece tener un suelo de 5,4 millones de votantes, lo que le permitiría superar los 100 diputados, muy lejos de los 186 de la última legislatura.

P.D. (1) ¿Conocen ustedes a alguien más patético que Artur Mas, mendigando la presidencia se la Generalitat?

(2) ¿Conocen ustedes a alguien que desde la radicalidad anticapitalista tenga tan a raya a la burguesía catalana, tal cual hace el líder de la CUP, Antonio Baños?

(3) ¿Conocen ustedes a quien se haya soltado la coleta con acierto y claridad en el Parlament? Tiene un nombre: Inés Arrimadas. Atentos a su futuro.

(4) ¿Conocen ustedes a alguien que esté tan quemado por el proceso catalán? Pongan nombres y nombres y no se equivocarán. El mío, entre los primeros.