Quince mil seiscientas sesenta y siete personas y yo pertenecemos a un grupo de Facebook llamado Marbella tráfico, alertas. Esto supone que la nada desdeñable cifra del 10% del censo de la ciudad está dada de alta en este grupo. La idiosincrasia y funcionamiento es tan simple como efectivo, todo aquel que observa una infracción grave, algún peligro, una retención o cualquier otra circunstancia relativa al tráfico en Marbella y alrededores la comenta en el muro del grupo y así casi todo el mundo es informado en tiempo real de la incidencia para que pueda actuar en consecuencia, porque como las mismas reglas afirman nadie está obligado a publicar, pero sí a ser tolerante y dejar a los demás publicar libremente de acuerdo a las normas del grupo, sin opinar en contra porque seguro que entre tantas personas hay opiniones diversas; y todo ello teniendo en cuenta la regla de oro, que no se trata de un foro de debate, sino un grupo de información. Lo cual no es poco.

Las bases impuestas por el administrador del grupo son claras y se sustentan en seis pilares: informar, preguntar, respetar, ayudar, no discutir y no juzgar. Contravenirlas supone la expulsión del grupo. Siguiendo estas sencillas normas se ha conseguido que entre unos y otros tengamos acceso a una herramienta útil y práctica que enriquece la convivencia entre vecinos, une a los usuarios de la vía y favorece el entendimiento entre conductores. Todo un ejemplo de civismo.

Salvando las distancias esto me recuerda la oleada de generosidad y responsabilidad generada en Bélgica sobre la petición de las autoridades a la población para no informar en las redes sociales sobre movimientos policiales o noticias referentes a actuaciones e investigaciones encaminadas a la detención y neutralización de células terroristas. Dicho y hecho, los belgas han inundado la red con fotos de gatos en todas las posturas y situaciones imaginables para mostrar su apoyo y fortalecer un sentimiento de unidad ante el terror. Reconozco que no entiendo bien la elección del gato para tal fin pero no me importa, tampoco supe nunca por qué lo del cubo de hielo con la ELA y aún así me pareció digno de admiración.

Esto viene a demostrar que cuando la población se une desde el respeto y la educación todo es posible, de hecho casi le tienta a uno la idea de pensar que si algún político metiera la mano en estas iniciativas se iría todo al garete perdiendo su pureza y su filantropía para convertirse en algo manoseado, prostituido y viciado.

En momentos en los que nadie sabe dónde volverá a encarnarse el horror, cuando los portaviones nucleares apuntan la proa hacia la fatalidad, grupos como «Marbella tráfico, alertas» son una pequeña pero necesaria y envidiable muestra de que seas quien seas, vengas de donde vengas, vayas a donde vayas, votes a quien votes y creas en lo que creas, siempre tienes un hueco en la sociedad si opinas y actúas con libertad desde el respeto y el entendimiento.

Ojalá alguien encuentre una solución a todo esto, ojalá el administrador no expulse a nadie, ojalá se imponga la razón. Ojalá.