Puede parecer recurrente ante las puertas de un nuevo conflicto laboral con Limasa utilizar la reconocida referencia metafórica del día de la marmota. Sin embargo, sin ánimo de reiterarnos, tenemos que volver a poner sobre la mesa el mismo problema que lleva arrastrando la ciudad en los últimos años en relación a la limpieza de la misma. Los antecedentes son por la mayoría conocidos. Una empresa mixta con mayoría de capital privado cuyos gastos ocasionados a la ciudad son desproporcionados al resultado muy negativo por el servicio que se le paga. La evidencia viene a demostrar que la gestión del alcalde en este tema es permanentemente un desastre: el conflicto nunca desaparece, el gasto imputado a los recursos públicos de los malagueños es excesivo y, por si todo esto fuera poco, la ciudad está muy sucia, especialmente en los barrios. Los distritos son los grandes abandonados en la gestión del equipo de gobierno municipal del PP. La dirección que ejerce sobre el mismo el alcalde de la ciudad deja mucho que desear. Los barrios son los grandes olvidados y en cuestión de limpieza es un clamor popular que la situación es insostenible.

La realidad de falta de limpieza se ha agravado con malas decisiones sobre la gestión que se produjeron en el servicio de Limasa III en los últimos presupuestos, recortando en las condiciones laborales y las partidas destinadas a personal fijo, fijo-discontinuos y disminuyendo la contratación de empleados eventuales, provocando una peor calidad en la limpieza de la ciudad y consolidando la precariedad laboral. Los socialistas hemos reclamado en múltiples ocasiones que el principal recorte debía ser para los beneficios privados, ya que el servicio no aguantaría un recorte de personal, en términos del interés general de la ciudad. Tristemente, el tiempo y la falta de limpieza de las calles y el descontento ciudadano han acabado por darnos la razón. Una historia de mala gestión de prestación de servicio a lo largo de los veinte años de gobierno y de la falta de respuesta del Partido Popular conocida por todos.

En el primer pleno ordinario de esta legislatura celebrado en el mes de julio solicitamos desde el Grupo Municipal Socialista que se iniciaran los trámites para el estudio de viabilidad económica para una posible gestión directa del servicio de limpieza, recogida y tratamiento de residuos en la ciudad, la realización de una auditoría de gestión sobre el servicio de limpieza y una auditoría económica financiera, la creación inmediata de una Comisión de Control Permanente sobre la empresa Limasa III, y la creación de una unidad específica para la limpieza de playas sin afectar al dispositivo y servicios que se prestan en temporada de baño al resto de la ciudad. Han pasado dos años tras la última huelga de limpieza de cinco días que asoló la ciudad, dos años también de mirar para otro lado por parte de los responsables municipales, con el alcalde a la cabeza, y de aplicar la política del mal gobernante, dejando para el último minuto la negociación del nuevo convenio laboral, encontrándonos con la convocatoria de una nueva huelga de limpieza. La responsabilidad de este ingente problema después de tantos años sin solucionar lleno de postergaciones e incumplimientos se centra en la figura del alcalde. Responsable último de la gestión de la limpieza en la ciudad. Es urgente la municipalización del servicio. Tomar las riendas de la situación con un acuerdo con trabajadores y trabajadoras, aumentar carga de trabajo y destinar los recursos que nos ahorramos con la municipalización a planes de limpieza específicos en los distritos.

*Gámez es portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento