En 1978 hubo unas elecciones parciales al Senado y, Fernando Morán fue candidato para sustituir al dimitido Wenceslao Roces, traductor de Marx. Con ese motivo el PSOE ensayó una nueva técnica electoral, la «caravana», una ristra de coches y buses haciendo y repartiendo propaganda, cuya llegada se anunciaría en los pueblos. Sin embargo aquel remedo de marketing USA fue viniendo a menos, y al final de campaña llegaba a los pueblos, donde alguna gente esperaba en las aceras, una furgoneta con la megafonía seguida del Citroen 2 CV personal del histórico socialista Marcelo García (que acaba de morir), conducido por su esposa Encarna, que al llegar se bajaban y explicaban lo mejor que podían de qué iba aquello. Como bastante gente ya sabía que aquel hombre llevaba toda la vida luchando por sus ideas, y pisando cárcel, le daba crédito, pues al final la política es cuestión de crédito.