Una de las grandes poetisas norteamericanas del siglo pasado, Muriel Rukeyser, decía que la vida y el mundo están compuestos de historias, no de átomos. Tenía razón esta gran mujer del otro lado del Atlántico. Mi amigo Mats Björkman me acaba de enviar el último número de Sydkusten, su estupenda y ya veterana publicación. En ella nos cuenta una buena historia que confirma aquello que nos decía Muriel Rukseyer. Está dedicada esta prestigiosa revista a los suecos que viven en Andalucía y muy especialmente a los de la provincia de Málaga. También a aquellos suecos residentes en Suecia que nos conocen, nos aprecian y sobre todo nos recuerdan, a nosotros y a nuestro país, España, con afecto.

Soy uno de los muchos amigos de la familia Björkman. Primero conocí a su padre, Lars Erik Björkman. Conocía y quería a España como pocos. Fue durante muchos años el delegado en la Costa del Sol de Vingresor, un muy importante turoperador sueco. Cada semana sus aviones llevaban al litoral malagueño aquellos miles de turistas suecos, cuya huella en la historia de esta parte del mundo sigue siendo para nosotros un patrimonio nada desdeñable.

Desgraciadamente Lars Erik ya no está con nosotros. Pero nos dejó a su estupenda familia. Entre ellos, sus hijos Mats y Ricardo, nacidos ambos en Málaga. Son ellos los que mantienen día a día el fuego sagrado del Sydkusten y su grupo mediático, muy bien instalado en internet. Desde hace años, cuando se acercan las Navidades, los lectores de la revista eligen con sus votos al compatriota que más se haya distinguido durante el año que termina. Este año y por primera vez en la historia de Sydkusten, la persona que ha sido elegida como sueco o sueca del año en la Costa del Sol («Årets Svensk på Costa del Sol») no es una ciudadana o un ciudadano de Suecia. La más votada ha sido una española: la profesora Elvira Herrador Quero, responsable docente de las enseñanzas relacionadas con la lengua y la cultura españolas en la prestigiosa Escuela Sueca de Fuengirola.

Esta institución docente del Estado Sueco, como sus hermanas, repartidas por todo el mundo, imparte las asignaturas del bachillerato sueco a los jóvenes de ese pequeño gran país que residen fuera de Suecia. Desde hace años doña Elvira Herrador se ha ganado el respeto, el afecto y la admiración de sus alumnos y de sus familias. Y lo más importante: ha acercado esos jóvenes nórdicos a la cultura, la lengua y los valores del país donde viven, España. No puedo ocultar mi profundo afecto por Suecia y sus gentes, cuyo idioma hablo y cuyas virtudes cívicas intento siempre compartir. Confieso que ver a una prestigiosa docente de Fuengirola, nacida en las nobles tierras andaluzas de Jaén, que ha sido honrada como la mejor sueca del año, me ha emocionado profundamente. Como se han emocionado al conocer la noticia el embajador de España en Estocolmo y los responsables del Instituto Cervantes en Suecia y muchos españoles, tanto aquí como en ese admirable país nórdico.

Deseo dar las gracias a los amigos suecos en su hermoso idioma. Por ser como son.

Tack för allt! ¡Gracias por todo!