Carolina Bescansa y su bebé

Uno de los detalles más comentado de la jura de la Constitución fue, y es hasta hoy, el hecho de que Carolina Bescansa, diputada de Podemos estuviera presente en el Congreso de los Diputados con su bebé lactante. Ella defiende la crianza natural, con apego y lo manifestó de esta manera. También se critican las fotos que los miembros del partido se hicieron con el niño. Parece ser que esto fue lo más grave que ocurrió en España durante el acto del día trece.

Apenas se cuestionan otros asuntos, como, por ejemplo, el ruido tremendo, el escaso interés y la falta de respeto que tuvieron hacia ellos mismos durante el juramento o la promesa a la Constitución. La falta de entusiasmo en escuchar a los demás diputados mientras hablaban.

Cada uno parecía ir a lo suyo, a cada uno le importaba lo suyo. Me sorprende la falta de comprensión, el asombro y el escándalo que supuso para los hombres, todos nacidos de mujer, siendo muchos de ellos padres, saber que había una mujer que amamantaba. ¡Gritos al cielo! ¡Manos a la cabeza! Pero lo que más me impresiona de este hecho, lo que me produce más dolor es la falta de complicidad que existe entre las mujeres del Congreso; las críticas hacia Carolina por no hacer lo que ellas hicieron con sus bebés dejándolos en las guarderías a edad temprana; las ganas de cerrar puertas en vez de abrirlas para facilitarse entre todas la tarea de ser madres; la escasez de solidaridad entre compañeras de trabajo que dicen que se unen para arreglar España y sus problemas y que por otro lado defienden el desarraigo que debe sufrir un bebé mientras su madre trabaja.

Ojalá todas las madres pudiesen tener a sus hijos cerca mientras trabajan.

España no va bien. España no avanza. La mujer sigue siendo discriminada incluso por las propias mujeres.

Si en el Congreso no importa el sufrimiento de un bebé de cinco meses, díganme ustedes lo que les puede importar el nuestro.

Isabel Pavón. Málaga

Forcadell

A muchos esquerristas no les vendria mal que pensaran un poquito antes de hablar y actuar, y además hacerlo con un mínimo de conocimientos. entre otros, el Groucho del separatismo, Tardá, como sucedió cuando mostró su cartelito de ‘speak calm ..’ en el Congreso a modo de una parodia de los hermanos Marx o cuando afirmó que las empresas alemanas que invierten en Cataluña se habian enriquecido gracias al nazismo.

El Jefe del Estado, el Rey, no tiene, como muchos otros Jefes de Estado de otros paises de la UE, p.e. de Alemania y Francia, que recibir a todos los nuevos presidentes de cada parlamento autonómico.

Es optativo e incluso en muchos casos depende simplemente de la agenda del Jefe del Estado y de los políticos. Por lo demás, la señora Forcadell, que hasta ahora no ha mostrado un excesivo respeto hacia el Jefe del Estado, va por la vida con una cara avinagrada, entre triste y como si la debieran y no la pagasen, por lo que muchos echan de menos a su simpatiquísima predecesora, la siempre encantadora Nuria de Gispert.

Juan Fernández Sánchez. Mijas