La ciudad de Málaga se promociona estos días en la Feria Internacional de Turismo de Madrid. Con su playa, sus museos y patrimonio, sus estrellas Michelin y sus bares y terrazas. Atractivos a los que no puede sumar ese gran parque a lo Hyde Park que están pidiendo 17.000 ciudadanos con sus firmas a través de la plataforma change.or. Un parque inexistente pero del que se lleva hablando años y años. En 2003 ya propuso el Partido Popular construirlo en los antiguos suelos de Repsol pero hoy por hoy aquello continúa siendo un inmenso erial sin más vegetación que unos pobres hierbajos. Lo único que sí brota es el debate cíclico en el Ayuntamiento, donde de nuevo se discute sobre la conveniencia de plantar edificios o árboles. Entre las dos opciones y echando un vistazo a la ciudad, es obvio que hasta ahora se nos ha dado mucho mejor poner un ladrillo tras otro que remover la tierra, ir dejando semillitas y coger la regadera. Habrá quien diga que un edificio crece mucho más rápido que un árbol pero con los años que se lleva hablando del parque en los terrenos de Repsol hubiera dado tiempo a tener ya un frondoso bosque. Tampoco es cuestión de sacar a relucir los conocimientos botánicos de los responsables municipales, sobre todo en plena polémica por el estado de ese histórico espacio verde de Málaga que es el jardín de La Concepción. (Perdón, que en esto la culpa ha sido de los salvajes jabalíes que se están comiendo las palmeras).

En fin, el último capítulo sobre el parque de Repsol se vivió ayer en la Comisión de Ordenación del Territorio y como resultado, y sobre el papel, de momento queda la intención de hacer «el mayor parque posible», más las torres y edificios ya planeados tras los numerosos convenios frustrados en la zona. Es decir, un poco de todo. En el término medio está la virtud. Lo malo será que nos quedemos otra vez con mucho de nada. Sin parque, sin viviendas y sólo con abundancia de debates, politiqueo y frustración. Al menos ya no aspiramos a ser Capital Verde Europea como pretendía el Ayuntamiento. Nada mejor que una retirada a tiempo.