Bueno, al menos eso cree el mendigo que pernocta en el portal del banco que se ve desde el ala oeste de mi casa. Cada criatura que pisa sobre el globo terráqueo ha venido a este mundo con una gracia especial, claro que unos las descubren gateando y otros vivimos en nuestra séptima década y aún no la hemos localizado. Todo llegará.

Congratulaciones para Alfonso Vázquez por su designación, por mayoría absoluta, como académico de mérito de la Academia Malagueña de Ciencias. Los que tenemos el honor de contar con su amistad sabemos que valores positivos le sobran. ¡Un abrazo de toda la familia! ¿Qué sienten ustedes cuando son conscientes de que les han engañado hasta en el nombre del inventor de la mayonesa? De todo menos alegría. Pues, les juro que, uno de mis peores chascos lo tuve cuando vi en el Instituto Valencia de Don Juan de Madrid, el retrato de Felipe el Hermoso, Archiduque de Austria, marido de Juana la Loca. Ese día supe el motivo de la locura de esa criatura. El sobrenombre o mote del archiduque merecía un premio. ¡Qué nariz, oiga. No me extraña que Doña Juana perdiera la cabeza. No hay mal que justificación no tenga, diría mi difunta tía María, pero, me imagino a Doña Juana despertándose de madrugada y ver a su lado esa enorme nariz.¿Es justificable o no que ella extraviara la cabeza y que sus lacayos no llegaran a encontrarla? No todos los cuerpos tienen el mismo aguante. Porque una que es vieja y mala no llega a comprender que la reina estuviera tan pirada que hiciera encaje de bolillos por aquella descomunal nariz, que no, oiga. Que no. Una ha sido muy tolerante al creer todo lo que ponían sus libros de Historia, pero tragarme que esa señora perdiera los papeles por D. Pipe, no y no. El próximo día me extenderé más en mis opiniones, hoy no lo creo bueno para mi salud.