Éramos pocos y parió Colau. La alcaldesa de Barcelona quiere crear un nuevo partido que priorice lo social y sea decidido impulsor de una consulta. Un nuevo partido de izquierdas catalán y catalanista. Así son las cosas: los que eran menos independentistas son ahora los más firmes partidarios de la consulta. Nos hace gracia lo de firme partidario. Hay adjetivos que se pegan a un sustantivo y hasta que la muerte los separe. Decir que hay firmes partidarios equivale a aceptar que también hay lacios partidarios. Colau y Podemos quieren una consulta pero para votar no. Es como ser chavea y querer que te pregunten si quieres ir al parque pero para decir que no. Hay más partidos que ventanas. Incluso hay partidos unipersonales: Gorka Maneiro (diputado en el Parlamento vasco) es ya casi el único cargo institucional que queda de UPyD. Optará a ser el líder nacional, claro. Lo que no está claro es si Colau quiere aglutinar a Podemos, IU y hasta Esquerra y la CUP o si directamente va a entrar en competición con ellos. Más partidos que ideologías. La sopa de siglas está servida, si bien a algunos nos parece que la mayoría de los platos están frios. Pareciera que no quiere gobernar ni Dios pero hasta Jesucristo crea partidos. Y los viejos se cambian de siglas. Por ejemplo: se te van los dedos hablando de Garzón y escribes IU. Y resulta que es Unidad Popular.

El partido de Colau no tiene nombre aún. El más acertado sería ese: el partido de Colau. Convergencia i Unió expulsó a Unió, que era Duran Lleida y cuatro amigos. Cuatro amigos democristianos. Después, devorada por el tres por ciento (que un tiempo, no obstante, la engordó) decidió cambiar de siglas. Ahora es Democracia y Libertad. Hubo un político y escritor de tercera fila apellidado Cánovas Cervantes al que sus enemigos apodaron Nini. Ni era Cánovas ni era Cervantes. Convergencia no es ni Democracia ni Libertad. Nini. Más bien es cierta imposición de una forma de ver el mundo cuatribarrada, insolidaria, miope y antiespañola. El pecado no es no querer ser español, es querer que todo el mundo lo sea por fuerza incluso cuando no hay mayoría social en tal sentido. La regidora de Barcelona se ha Colau con media entrada en la politica regional siendo lo suyo lo municipal. Está por ver dónde llega su invento. Viene abundante la cosecha de partidos. No eres nadie si no fundas uno. Pero hay líderes que ni están ni se les espera.