Drama y tragedia, por Antonio Romero Ortega

Es cada vez más frecuente el mal empleo de la palabra «drama», en el sentido de que se identifica su significado con la palabra tragedia. Pues las cosas no son así. Al contrario de lo que popularmente se cree, un drama no es, necesariamente, una desgracia. El vocablo alude a una situación en la que hay tensión, que no tiene que acabar siempre mal. Puede (la situación) acabar bien o mal. Una tragedia, en cambio, es ya una desgracia consumada de variables proporciones. Por cierto, aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid, lo que ocurre en Cataluña en particular, y en España en general, es un drama que aún no ha llegado a tragedia. Somos los españoles quienes estamos llamados a evitar que nuestro país acabe en una situación trágica.

No podemos, por Fernando Guerrero Barrio

El resultado de las elecciones del 20-D ha formado un nuevo mapa político donde el bipartidismo ha pasado a ser historia, gracias a partidos como Podemos y Ciudadanos que abren una nueva forma de hacer política, pero los ciudadanos no Podemos consentir tanta ambigüedad y mentiras de los políticos por conseguir sus objetivos. No Podemos permitir que el Sr. Iglesias dijera que nunca pactaría con el PSOE y ahora diga sí, y se autoproclame vicepresidente, que priorice un referéndum para Cataluña excluyendo al resto de España y a su vez diga que no quiere que ésta se separe, que no reconozcan su participación en el seminario organizado por el presidente Maduro junto a miembros de la CUP, ETA y Podemos, así como ayudas recibidas de este país, etc. España necesita un cambio pero no a cualquier precio, no Podemos confiar en personas que han perdido la credibilidad y se muestran arrogantes y prepotentes pensando únicamente en sus intereses de partido, como muestra el afán en conseguir cuatro grupos parlamentarios que no permite el reglamento de la cámara. Espero que en los próximos días reine la coherencia y el sentido común y se llegue a un buen acuerdo entre partidos contrarios a la ruptura de España o bien se convoquen nuevas elecciones.