A pesar de la incertidumbre que todavía hay en torno al partido o partidos que formarán finalmente el nuevo Ejecutivo, los representantes de los pacientes no podemos esperar más para hablar de la política sanitaria que requerimos para la próxima legislatura. Lo que más nos sorprende es que ni durante la campaña electoral, ni ahora, en plena vorágine de pactos, se ha abordado de manera seria nada que suponga, sustancialmente, una mejora de la Sanidad en España. De hecho, y analizando lo poco que hay sobre la materia, creo que no se ha concretado nada, y lo que se ha detallado en los programas electorales son sólo ideas o propuestas, cuya aplicación real no queda muy clara.

Escuchamos hablar constantemente de la palabra de moda: cambio, pero respecto a temas económicos, derogación de leyes, corrupción, fin de ciertos «beneficios» de la clase política, etc. Todos asuntos importantes, sí, pero ¿dónde queda ese eje tan importante que debe regir en toda sociedad de progreso que es el bienestar social, que es la calidad de la sanidad pública?

Es hora de hablar de «sentido de Estado» y firmar, de una vez por todas, un Pacto por la Sanidad, apoyado por todos los partidos políticos con representación parlamentaria, y ajustarlo a la realidad social del siglo XXI. Aquí, lógicamente, su eje principal debe ser el de un sistema sanitario orientarlo hacia la cronicidad, puesto que el envejecimiento de la sociedad, y las patologías crónicas asociadas, incrementan el gasto sanitario y ponen en peligro la sostenibilidad del sistema. A todo esto deben dar respuesta nuestros representantes públicos de manera inmediata, y siempre contando con el resto de agentes implicados en la salud: personal sanitario, representantes de pacientes y el sector farmacéutico.

Hacía alusión líneas anteriores a la falta de información que ha habido y sigue habiendo sobre el futuro de la Sanidad en nuestro país. Más en detalle, y ya analizando los programas políticos, podemos leer que entre los cuatro más votados el pasado 20 de diciembre, tres de ellos hacen alusión a la cronicidad. El concreto, el PP habla de «elaborar un estatuto que regule la condición de persona enferma crónica»; si bien estamos de acuerdo con esto, es importante concretar cómo se va a conseguir. Hay que recordar, en este punto, que la Sanidad está transferida a las CCAA, por lo que habría que dar un papel más relevante al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, sobre todo teniendo la capacidad de que, los pactos acordados en el seno del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, sean vinculantes y de obligado cumplimiento.

Por su parte, el PSOE habla de «reforzar el Plan Nacional sobre Cronicidad». Igualmente, magnífico. Pero ¿de qué manera? En el programa se desgranan una serie de iniciativas para mejorar el sistema, pero ¿van orientadas al paciente crónico o son en líneas generales? A mi entender nada específico que pueda revertir en algo palpable. Aunque en este punto, y aquí barro para casa, tengo que decir que este partido es el único que en su programa electoral cita concretamente a las personas con diabetes, y es de agradecer, teniendo en cuenta que es una patología que afecta a cerca de 6 millones de personas en España.

Ciudadanos es el partido que más se extiende en este asunto; su programa recoge «la implantación de una Estrategia de Crónicos en todas las CCAA». Me remito a lo explicado más arriba con respecto al «estatuto para crónicos»; la idea es buena, pero la realidad es que existe mucha diferencia para los paciente dependiendo de dónde residan; y aunque casi todos los programas recogen la necesidad de igualdad en este campo y que no existan «pacientes de primera o segunda» dependiendo del territorio, no explican cómo lo van a llevar a cabo.

La cronicidad es ya una realidad en nuestra sociedad, una realidad a la que las instituciones no le están dando respuesta de forma adecuada, y es un asunto, por lo tanto, al que llegamos tarde. El sistema sanitario como está establecido a día de hoy está pensado para salvar vidas, para curar pero no ha reparado en las enfermedades crónicas, y su avance y aquí el término curar, al menos de momento en algunas patologías, debe cambiarse por el de cuidar. Y como criticar está bien pero soy de la opinión de que si lo haces a renglón seguido se debe aportar, he de decir que para desarrollar este plan considero fundamental contar también con el personal sanitario de atención primaria; y fomentar la investigación y la innovación para la mejora de la calidad de vida de las personas. Pero sobre todo se requiere información, hay que educar al paciente para que él sea el primero en conocer correctamente su patología y evitar complicaciones. Y desde luego es importantísimo contar con todos los agentes que conforman el sistema sanitario.