Doy por hecho que la pequeña Carmen, cuando sea algo más mayorcita, vivirá al límite cruzando la carretera sin mirar a los dos lados cuando sea mayor, comiendo yogures pasados de fecha y, probablemente, ni se pondrá el cinturón de seguridad cuando conduzca. Si con cinco meses ya ha tomado la alternativa, con quince años podrá ser la más chula del recreo y con treinta ya... ni imaginarlo. «¿Dónde está el problema?» se han preguntado muchos amigos y compañeros de profesión del padre de Carmen durante toda esta semana, después de que una imagen de padre e hija escandalizase al personal en las redes sociales y que esta misma cuadrilla se dedicó a imitar poniendo fotitos parecidas en internet, para mostrar su apoyo al matador. Cómo sería la imagen, con la de cosas que se ven en el Twitter ultimamente, para que se formara la que se ha formado y para que el padre de Carmen acabase la semana declarando ante el juez y saliendo de los juzgados con una reprimenda y un «no lo vuelva usted a hacer» mientras que él se defendía con un muy maduro y sensato: «Cómo están las cosas en el país, y que sea yo asunto de portada...»

No le falta razón, la verdad sea dicha. Sin Gobierno que nos gobierne a la vista, con España resquebrajándose a base de terremotos por el Mediterráneo y de procesos por Cataluña, hay muchas cosas de las que preocuparse antes que de un padre irresponsable y de las fotos con su hija en una plaza de toros. Porque hay que ser irresponsable, y torpe, sobre todo una persona como el padre de Carmen, que está acostumbrado desde que tenía algo más de edad que su hija a dar capotazos a micrófonos, cámaras y paparazzis, para hacerse una foto tanteando (¿se dice así?) a una vaquilla con la niña en brazos y esperar que nadie alzase la voz. Y además en qué momento, casi en Carnavales... ya alguna chirigota de Cádiz le ha dedicado alguna copla exculpando a la pequeña Carmen de todo este asunto y alegando motivos de escasa o dudosa inteligencia de su progenitor para cometer tal irresponsabilidad. Desconozco si la madre de Carmen ha dado su opinión al respecto de la imagen, si es quien hizo la foto o si tiene una cuenta falsa de Twitter para decir de forma anónima todas las barbaridades de pudo, o no, soltarle a su marido, pero si yo hago algo parecido, tengan por seguro que mi madre o mi pareja me sueltan una guantá con la mano abierta de ida y vuelta; una por poner en peligro a mi niña de una forma tan absurda y otra por ser tan lerdo de enseñárselo a todo el mundo. Y no duden de que esa imagen sí que la subiría a internet, para dar ejemplo.