Cuando dieron la cosa, ni ellos se lo creían. Ellos son los presentadores de las noticias de la noche de Antena 3. Que tenían la prueba, las imágenes irrefutables de la conexión entre la CUP, Podemos, ETA, y el Gobierno de Venezuela, que lo habían petado, que la historia era de órdago, que iban a llover ríos de tinta, que era el no va más del periodismo beluga, que Antena 3 se lo ha currado como ninguna para ponerse al frente del mejor zumo informativo, que con esas imágenes de gente saliendo de un autobús dirigiéndose al avión que Nicolás Maduro les había fletado desentrañaban el intríngulis de la araña patraña que hasta ahora Ess-paña andaba necesitando. Oh, que tiemble Joseph Pulizter en su tumba de visionario de la información porque la hazaña de Antena 3 pasará a la historia de… pasará a la historia de la infamia del periodismo. O a la del cachondeo. O a la de la bajada de braguitas. Hasta Sandra Golpe, como hemos sabido, dijo mientras se emitían las imágenes, que «nos van a dar, pero bien». Lo dijo desde el corazón, segura, sabiendo que el rollito de la exclusiva era un rollo de primavera que alguien diligente, por mensajería divina, les había hecho llegar soltando el paquete de las imágenes en la puerta de la emisora como antes se soltaba a los niños a la puerta de los orfanatos. No recordó Sandra Golpe que la aplicación Periscope -que emite vídeos en directo- estaba recogiendo lo que sucedía en el plató mientras la audiencia veía la gran «exclusiva». Y es verdad. Hay que darles, pero bien. Me imagino en el despacho, frotándose las manos, remetiéndose la punta de la faldita de tablas, atusándose la melenita, retirándose un resto de carmín de sus labios a la directora de informativos de la casa, Gloria Lomana, antes de atender el teléfono y escuchar al otro lado a la garganta profunda, vía PP, decir, «ola, qué ase, misión cumplida, o ke ase».

El pijo de Zancajo

El que parecía más gallito, el más crecido, el chulito del plató, era el colega de Sandra Golpe, un tío alto, espigado, juncal, siempre con terno azulón, pero azulón sedoso, con brillo. Es Álvaro Zancajo. Pinta de pijo con sus trajes ajustados, muy ajustados, tanto que se le nota el pijo dibujado en la bragueta, siempre con su chaqueta cerrada arriba del ombligo, sus altos cuellos de camisa que me recuerdan al dandi valenciano venido a nada Ricardo Costa, su suave cresta coronando la testa, y esa forma suya de adelantar el pie dando las noticias, coño, qué manía de dar las noticias de pie ante el infinito plasma -joder, sentaos, decía en su monólogo el otro día Andréu Buenafuente en Late Motiv, el programa que ahora tiene en Movistar, mirarnos a los ojos, que perece que tenéis el coche mal aparcado-. A Álvaro Zancajo la cresta se le vino arriba con la «exclusiva» -en ningún momento se dijo, como se puede saber buscando en internet, que ese viaje era para asistir a una reunión de filósofos, artistas, o políticos con el objetivo de charlar al cobijo de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad-. La exclusiva que iba a cambiar el curso de la historia política de nuestro país se hizo saber, a pesar de que las imágenes y el viaje son de 2015, oh, y oh, y oh, el día en que el PSOE y Podemos empezaban a vislumbrar un posible acuerdo de gobierno conjunto. Fin de la cita. La señorita Pepis Gloria Lomana aún no ha dimitido por la exageración, por sacar los pies del plato, por estar al servicio de intereses más que evidentes. De hecho 13tv, la cadena obispal -gasta 10 millones al año en ese vertedero ideológico que estimula el odio con programas guerracivilistas como El cascabel o La Marimonera, de insignes mamporreros del más extremo PP como Antonio Jiménez y Carlos Cuesta, pero sólo 6 millones en Cáritas, según eldiario.es- se tiró a la noticia entregada como se tira un náufrago al salvavidas. También lo hizo, cómo no, TVE.

Postureo periodístico

Pero cómo reaccionó la cadena hermana, La Sexta. ¿Qué dijeron en sus informativos, en sus tertulias, qué punta le sacó a la exclusiva Al rojo vivo, llamó nervioso y agradecido Antonio García Ferreras a Gloria Lomana para que explicara el notición, habló El Gran Wyoming de la cosa en El intermedio? Nada. Ni caso. Puto silencio. Ni un segundo. Las manipulaciones hay que pagarlas caras. No podemos dejar que pasen de largo. No se puede ser cómplice de ese tipo de periodismo que hace que el último informe de Reuters Digital News diga que, de los medios europeos, los españoles son los que tienen la credibilidad más baja. No me extraña. Si dejamos Antena 3, que está peleando para ocupar el puesto de 13tv como canal de derechas, dejando Atresmedia que el otro bocado del pastel, el de la izquierda, lo ocupe La Sexta, y nos vamos al tipo de periodismo por el que apuesta Cuatro, la competencia, todo encaja. Veamos. Hace un par de sábados Cuatro estrenó Soy noticia para competir con La Sexta Noche, de Iñaki López. Lo presenta Nacho Medina. Es el periodismo como show, como espectáculo y mero entretenimiento, sin más. Cuanto más llamativa sea la historia, mejor. Pero detrás sólo hay humo, postureo. Una cámara que enfoca sin parar al periodista convertido en hombre espectáculo, en la mujer barbuda, o en el gilipollas que sin ser pobre va a la basura, se come lo que hay, pone caras de asco mirando a cámara, y pregunta a la experta en salud, que lo mira alucinada, si el plátano, el bizcocho, o la carne pasada de fecha le dará cagalera. Dice el intrépido cantamañanas que es un experimento -con un par de pelotas- para comprobar si la comida que tiran los supermercados, por miles de kilos, es basura o alimento en buen estado. La experta, con los ojos como platos, dice: si está en la basura, es basura. Como ese tipo de periodismo de chirigota. Detrás de Soy noticia, para redondear la noche apostando por el periodismo de traca, otra periodista circense, Samanta Villar, y sus conexiones con lo más estrambótico y amarillo. Yo no como de la basura, rediós. Vamos a darles, pero bien.

La guindaAl fin

Esta temporada ha sido la mejor de Tu cara me suena. Antena 3 ha conseguido la hasta ahora desconocida proeza de arrebatarle a Telecinco la noche del viernes, y eso que los de Sálvame de Luxe han peleado por la audiencia con sus armas más agresivas. Tu cara me suena, con concursantes de primera, ha hecho un trabajo impecable demostrando que el entretenimiento popular no está reñido con la calidad.