Creo que era Bataille, tal vez el mayor trasgresor en materia sexual de la literatura del siglo XX, y uno de sus grandes escritores, el que defendía cierta represión sexual para asegurar el buen funcionamiento del asunto. O sea, sin represión no hay trasgresión, y sin trasgresión no hay morbo. La retirada del mítico Play Boy de la cultura del desnudo femenino (básicamente machista) podría ir por ahí. El problema del desnudo es que debajo del desnudo ya no hay nada, y se extingue la pasión por lo secreto, pues sin oscuridad no hay tampoco luz. La mente humana es muy compleja, esa complejidad ya forma parte de su naturaleza, y por tanto simplificarla es contra natura. Si el desnudo integral, de ellas y de ellos, ya aparece en las pantallas en horas de máxima audiencia, el camino está agotado, y la única vía posible es la de regreso. O sea, un poco más tapados y un poco más perversos.