Menuda papeleta para el presidente del PP de Málaga, Elías Bendodo. Él sabía que este choque de trenes tenía que llegar en Mijas. Los resultados de las elecciones de 2015 dibujaron un escenario en Mijas donde el PP sacó 11 concejales pero no logró revalidar la mayoría absoluta. En los días posteriores a la negociación nadie esperaba la jugada que Ciudadanos maquinaba para hacerse con la alcaldía de Mijas con sólo cinco concejales. Fue de los últimos pactos en cerrarse y aunque en público nadie lo quiera reconocer, el PP provincial y Ciudadanos acordaron apoyarse mútuamente para que la formación naranja facilitara la investidura de Bendodo en la Diputación a cambio de que Ciudadanos y sus cinco concejales gobernaran en Mijas. La operación tenía su riesgo, pues el anterior alcalde del PP, Ángel Nozal, no es de los que bajan los brazos fácilmente y tuvo que digerir con bastante bicarbonato entregar el bastón de mando a Nozal sabiendo que doblaba en número de concejales a Ciudadanos.

El fuerte temperamento de Nozal, que conquistó la alcaldía en 2011 y asaltó uno de los búnkers sagrados del socialismo en la provincia, pronosticaba que este pulso no tardará en llegar. Tras varios amagos y una vez recuperado de una baja por enfermedad, Nozal ha tensado la cuerda y el alcalde Juan Carlos Maldonado se ha visto obligado a trasladar el pulso constante que recibe en Mijas a la mesa del despacho de Elías Bendodo.

El presidente provincial del PP, al que le gustan y casi divierten estas operaciones políticas, deberá maniobrar con cuidado pues aunque en la Diputación de Málaga mantiene buenas relaciones con Ciudadanos, que incluso apoyaron los presupuestos municipales, puede ver como el efecto dominó le puede llegar a la puerta de su mismo despacho. El PSOE, que huele la herida, ya está hablando con Costa del Sol Sí se Puede para sumar sus siete y dos concejales respectivamente y mantener a Juan Carlos Maldonado en la alcaldía sin que éste necesite ya el apoyo de Nozal y los concejales del PP. Pero ojo, este apoyo táctico del PSOE a Ciudadanos no es gratuíto y puede que trate de reproducirlo en la Diputación Provincial de Málaga, donde el PP gobierna en minoría. Es sólo una cábala, pero los nervios ya están a flor de piel.

El choque de personalidades de Nozal y Maldonado puede costarle un buen disgusto a Bendodo si no gestiona rápido y a tiempo esta crisis que estaba por llegar. Sólo había que tirar de la espoleta que Nozal llevaba meses aguantando de forma artificial. Veremos.